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A los 102 años de su muerte

En memoria del anarquista gaditano Fermín Salvochea (Agustín Gómez Acosta)

En memoria del anarquista gaditano Fermín Salvochea (Agustín Gómez Acosta)

Artículo extraído del librop «102 razones para recordar a Fermín Salvochea», editado en
Cádiz por la Asociación de Amigos/as de Fermín Salvochea. El libro es un compendio de 102
artículos de personas de posiciones muy diferentes sobre Fermín Salvochea, anarquista
gaditano que murió el 27 de septiembre de 1907, hoy hace 102 años.

“El militarismo es la causa fundamental de todos nuestros infortunios y piedra angular
sobre la que descansa el viejo y vacilante edificio capitalista” de La Contribución de la
sangre de F.Salvochea

Comprendo que algunas personas resalten la figura de Fermín por su figura humana,
dejando de un lado sus ideas
radicales. Pero, desde mi punto de vista, la actualidad y la vigencia de la figura de
Fermín, es la actualidad y la
vigencia de sus ideas, de sus principios. Es difícil entender la postura ética y
humanitaria de Fermín sin los principios que la sostienen: las ideas anarquistas y
libertarias, que siguen siendo hoy caminos para la transformación de la sociedad, al
contrario que las ideas
de transformación social a través de un estado totalitario y centralizado, bajo la
dirección de la vanguardia organizada, el partido, ideas claramente fracasadas.

Con una claridad que nos impresiona, Fermín deja en evidencia toda esa campaña mediática
que quiere presentarnos al ejército como un instrumento humanitario y la profesión de
soldado, de mercenario en estos tiempos,como una profesión más. El militarismo, cuya
expresión más física y concreta es el ejército y todos los valores que lo acompañan
(jerarquía, obediencia ciega, sexismo,
sumisión, exaltación de la violencia…) sigue siendo el mayor de nuestros infortunios y
las guerras, que desde siempre pero más especialmente en el siglo XX, afectan sobre todo,
no a los militares, sino a la población civil, siguen siendo el pan nuestro de cada día,
los gastos militares siguen impidiendo acabar con el hambre y la pobreza y el principal
producto de exportación de Occidente
al mundo sigue siendo la violencia, la industria del armamento, con la que consiguió y
sigue consiguiendo el
dominio del mundo.

Y de nuevo lo dice claro Fermín. Es el ejército la piedra angular del sistema capitalista
que le permite destruir un país para conquistar su petróleo, controlar las materias
primas, extender su sistema capitalista por todo el mundo e invadir países provocando más
problemas de los que se pretende resolver. Por muchos millones que se gasten en lavar la
cara del ejército español, manchada durante siglos con la sangre de nuestro pueblo, su
función es mantener este sistema basado en la explotación, que nos obliga a vender
nuestra fuerza de trabajo para poder sobrevivir y para el que las personas sólo somos
mercancía. Esta es la esencia del sistema, con democracia, con parlamento, con votos, da
igual, unos pocos tienen la riqueza y los demás trabajamos para ellos a cambio de un
salario. Y ahí está el ejército y la policía para impedir que la riqueza sea repartida.

Fermín Salvochea nos lo recuerda. Nuestro ejército, una vez conseguida la aceptación de
la mayoría de la población del sistema capitalista a través de la ilusión llamada
“democracia”, en la que parece que decides sin decidir nada, se convierte en un apéndice
del ejército de la Europa del capital y de EEUU, a través de la OTAN, para intervenir en
cualquier parte del mundo defendiendo los
intereses del sistema. Así nuestros soldados matan y mueren en Afganistán, costas de
Somalia, Balcanes, no por esos pueblos, que para nada necesitan soldados españoles, y sí
por los intereses del sistema dominante.

Para apagar fuegos, están los bomberos; para curar, están los hospitales; para construir
escuelas y puentes, están los obreros e ingenieros. La razón última del ejército es todo
lo contrario: quemar bosques, herir y matar. Para destruir, en suma, es para lo que se
preparan. Continúan con sus desfiles, exhibiendo su poderío de destrucción, bajo el
aplauso de los políticos servidores del sistema.
Pero ahí está Fermín, para descubrir el verdadero sentido del militarismo y denunciarlo
como lacra para la humanidad.

Fermín también diría que NINGÚN EJÉRCITO DEFIENDE LA PAZ.

  • 29 de septiembre de 2009 08:36, por Paco Cuevas

    Cuánta razón tiene Agustín cuando dice «Y ahí está el ejército y la policía para impedir que la riqueza sea repartida». Fijaos en el caso de Somalia, el Ejército y las compañías de seguridad privada intervienen contra la «piratería» ilegal, para instaurar esa piratería legal que supone esquilmar los caladeros de los países africanos para que las compañías atuneras españolas sigan enriqueciéndose.

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