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Miguel Ángel de Lucas

Ejércitos humanitarios: solidaridad con fusil

Ejércitos humanitarios: solidaridad con fusil

Diagonal

Kosovo, Afganistán, Haití, Indonesia... las misiones militares para llevar paz o ayuda humanitaria se multiplican. Pero la falta de eficacia y los problemas que generan estas misiones rara vez se reconocen.

“Las tropas españolas están en Afganistán para generar paz, no para hacer la guerra”, declaró el 24 de febrero el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, tres días después de la muerte de la primera soldado española en el país asiático. Sus palabras, no obstante, chocan con la realidad de un país donde más de 400 personas han perdido la vida de forma violenta desde principios de año, donde al igual que sucede en Iraq se producen atentados suicidas contra las tropas de ocupación como el que el 28 de febrero provocaba 15 muertes, o donde el fuego entre tropas ocupantes y la insurgencia se lleva por delante a cientos de civiles.

En las últimas semanas, el recrudecimiento de la situación en el país asiático y las noticias de ataques directos al destacamento español parecen derrumbar el aura benévola con que cuenta en la opinión pública la misión afgana. Un barniz humanitario conseguido mediante métodos duramente criticados por numerosos analistas y ONG. Tanto al comienzo de la guerra, donde el Ejército de EE UU inauguró la fórmula de lanzar bombas acompañadas después por paquetes de comida, (unos víveres que, para mayor confusión, presentaron colores y tamaños similares a las bombas de racimo). Como durante la posguerra, donde participan las tropas españolas dentro de la misión de la OTAN y en la que la fusión humanitario-militar ha llegado al límite con los Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT, por sus siglas en inglés), unidades militares encargadas de reparar infraestructuras, atender a población civil y al mismo tiempo recurrir a las armas. La tendencia no es nueva. En 1999, la intervención en Kosovo marcó un punto de inflexión, al ser bautizada por primera vez de forma oficial con el nombre de “guerra humanitaria”. Durante los diez años previos, entre 1988 y 1998, las intervenciones de carácter humanitario triplicaron las producidas en las cuatro décadas anteriores. Un incremento del 1.200%.

Y actualmente cuesta encontrar actuaciones militares que no vayan acompañadas de ese adjetivo. Para Itziar Ruiz-Giménez, académica especializada en intervencionismo humanitario, en este boom solidario de los Ejércitos no cabe pasar por alto un interés puramente publicitario para legitimar a las Fuerzas Armadas. El objetivo: devolver crédito a una institución con una historia marcada por golpes de Estado, dictaduras militares y férreos apoyos a los sectores sociales más reaccionarios.

“La sonrisa de un niño”

“Acabada la Guerra Fría y a falta de un nuevo enemigo, el Ejército busca justificarse con el discurso humanitario, no hace falta más que ver las campañas de reclutamiento”, señala Ruiz-Giménez. Cada año, las distintas formas de publicidad de las Fuerzas Armadas superan los 18 millones de euros de presupuesto. En los anuncios, el mensaje solidario ocupa el lugar preferente. En esta línea, la campaña de 2004 marcó un antes y un después, al basarse en imágenes de un soldado repartiendo agua a la población con una entrañable voz en off recordando cómo “la sonrisa de un niño no tiene precio”. Esta usurpación causa un fuerte malestar entre buena parte de las ONG. Es pura cuestión práctica. Cuando los militares reparten ayuda con una mano y disparan con la otra, la relación de confianza que procuran las ONG se ve seriamente dañada. Más que reducir la imagen hostil del Ejército, también la ayuda pasa a ser blanco de las hostilidades.

Entre 1996 y 2004, por ejemplo, más de 300 cooperantes fueron asesinados en todo el mundo. Uno de los casos más graves se dio en 2004 en Afganistán, con el asesinato de cinco trabajadores de Médicos Sin Fronteras visiblemente identificados que propició la salida de esta organización del país. Ataques, con todo, a los que contribuyen intentos de instrumentalización de la ayuda como el expresado por el ex secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, para quien “los agentes humanitarios son fuerzas multiplicadoras y parte esencial del equipo de combate de EE UU”.

2.500% más de ‘ayuda’ militar

El reciente informe 2005, un año de desastres naturales... y mucho más se refiere al caso español. El estudio, realizado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), critica cómo el gasto computado como “humanitario” dentro de los presupuestos militares aumentó en un 2.500% en 2005, hasta alcanzar 24,2 millones de euros. Para el IECAH, esta cifra se canalizó a “intervenciones de eficacia discutible”, (ver recuadro) o bien en “operaciones militares que cuestionan el carácter humanitario de esta ayuda, como Haití y Afganistán”. El informe, realizado en colaboración con Médicos Sin Fronteras, denuncia el uso interesado del humanitarismo, que “tira por tierra los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad que son la base misma de la ayuda humanitaria”.

Autores como Carlos Taibo van más allá, y han señalado cómo “el intervencionismo humanitario es una estrategia más al servicio de los intereses más tradicionales de las grandes potencias. Si así lo queremos, es una estrategia más inteligente, porque en términos de opinión pública genera efectos menos lesivos”. Así, no faltan motivos para recelar de los ejércitos humanitarios. De entrada, que las grandes potencias sólo actúan cuando entran en juego sus intereses. Que, a menudo, los países que defienden los derechos humanos son causantes de los problemas que acuden a resolver.

Que jamás se interviene contra los estados poderosos. O que, con frecuencia, las actuaciones van acompañadas de importantes abusos contra los derechos humanos, así como el auge del comercio clandestino o las redes de prostitución. Los efectos colaterales (malos tratos, vejaciones sexuales o proxenetismo) saltan en ocasiones a la prensa como “hechos aislados”. Sin embargo, su práctica es algo más que esporádica. Según el informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU La violencia perpetrada contra la mujer en tiempos de conflicto armado (1997-2000), las agresiones sexuales cometidas por cascos azules aumentan y las mujeres pueden ser víctimas de violación o abusos graves por parte de las fuerzas asignadas a su protección. Las atrocidades cometidas por los ejércitos humanitarios ha dado para escribir muchos libros al respecto.

Uno de ellos, realizado por el colectivo antimilitarista Gasteizkoak, recuerda ejemplos como el caso de cascos azules holandeses en Bosnia, acusados de incitar a niñas para que se prostituyeran a cambio de dos cigarrillos. O el abandono del enclave de Srebrenica que posibilitó la masacre de más de 8.000 musulmanes. Cascos azules italianos acusados de matar a siete somalíes sobre los que, según avisaron, iban a “practicar tiro al blanco”. O una red de prostitución en Sarajevo controlada por tropas de la OTAN.

Todos los casos se encuentran documentados. Y las misiones españolas también cuentan con varios episodios oscuros. Desde mujeres militares acosadas por un sargento, un teniente con acusaciones por violaciones al que se destina en Bosnia o diplomáticos expedientados por corrupción. Según apunta Ruíz-Giménez, estas situaciones no son aisladas, “hay que tener en cuenta la falta de formación en el respeto a los derechos humanos de las Fuerzas Armadas”. Una actitud que queda ejemplificada en las declaraciones del responsable de la misión de paz en Camboya y ex representante de la misión de paz en la ex Yugoslavia, ante las denuncias de abusos en Camboya con la participación de cascos azules: “¿Y qué quieren que haga si son hombres?”.

  • 6 de abril de 2007 19:33, por Santi

    Que lindo seria ir a Afganistan, Kosovo y todos estos paises que han pasado por dictadores o señores de la guerra y ahora se intentan solucionar e imponer la libertad del pueblo que ha estado engañado tantos años... seguro que a muchos de vuestros lesctores les hubiera gustado que en la epoca de Franco hubiera entrado una fuerza multinacional y hubieran metido en prision al generalisimo...

    Pero para eso se necesitan hombres y mujeres armados, ya que estos dictadores, señores de la guerra o como quieran llamarlos tienen a sus perros de la guerra que no se iran si les atacas con flores y con besitos de amistad... yo he estado 8 meses en Kosovo, he visto casas destruidas, el odio que se tienen los Albanokosovares y los Serbios, niños famelicos... y os puedo prometer que ni todos vosotros sin armamento, aguantabais alli unos minutos y que se regresaria al caos total y se perderia todo lo conseguido.... tambien cabe decir que no vi ni una sola ong.
    Tambien he visitado Colombia como turista, en la zona cafetera, costeña Cali, Palmira... conoci a muchisima gente, vi muchisimos controles militares y de la policia.... y hablando con la gente de alli me decian que ahora el pais esta muchisimo mejor, que se esta ganando poco a poco a los narcoguerrilleros de las FARC, y esta en proceso la paz con los paramilitares... esto, sin duda se ha conseguido gracias a la inversion militar que ha hecho el reelegido Uribe, tanto es asi que en Anserma, un pueblecito, me comentaban personas mayores que hasta hace poco estaban los guerrilleros por la zona y era muy peligroso salir del pueblo...

    Soy el primero que le gustaria vivir en un mundo sin guerras, sin policias... pero seamos realistas, somos humanos y siempre existiran Mafias, delincuentes y problemas en el mundo...

  • 12 de abril de 2007 11:23, por no hay peor ciego que el que no quiere ver

    Leyéndote me queda claro que deberías hacer un esfuerzo por documentarte y contrastar opiniones de una forma más amplia y profunda y no sólo fiarte de lo que te cuentan tus mandos o los políticos cuando intentan explicaros para qué vais a esos sitios. Sois auténticas marionetas (entiéndeme, es una metáfora, no pretendo insultarte) de unos intereses geo-políticos, estratégicos y económicos que, sin duda alguna por lo que comentais l@s militares habitualmente en esta web, se os escapan casi por completo.

    Hay que ver cómo lo pintas: Si Uribe es el primer delincuente...

    • 12 de abril de 2007 16:34

      Parece que no me has leido bien... yo no escucho, yo he estado en estos dos paises... y tu solo lees lo que escriben unos periodistas... repito, has opinado esto con Colombianos o Albanokosovares?, porque... si Uribe es el primer delincuente... como es que esta reelegido?y si las misiones en Kosovo van tan mal... porque ya se piensa en retirar las tropas?, yo sere un marioneta, pero tu no pasas de teletubbi en tu mundo de colores (entiendeme, es otra metafora, no pretendo insultarte) de una vida tan bonita y linda donde las agresiones son los besos y las armas, las flores... desgraciadamente, las cosas no van por este camino... ojala si fueran, pero no

      • 13 de abril de 2007 13:55, por Jesús

        Si que te he leído bien Santi. Y sí, he hablado con gentes de la comunidad de paz de San José de Apartadó, partidarios de la resistencia noviolenta frente a las masacres y asesinatos que ejecutan tanto el ejército colombiano, como los paramilitares o la guerrilla. También he hablado con gente de las comunidades negras del Chocó que apuestan por esa misma vía pacífica.

        En lo que se refiere a los Balcanes, estoy perfectamente al corriente de la década de resistencia y desobediencia civil noviolenta frente al régimen dictatorial serbio que mantuvo el pueblo kosovar durante una década ante la indiferencia internacional, indiferencia que se prolongó hasta el momento en que a la OTAN le interesó intervenir por cuestiones geoestratégicas (y de entrenamiento militar y prueba de nuevas armas sobre un campo de batalla real por vez primera en su historia) que sería muy prolijas de explicar: se retiraron los miles de observadores civiles de la OSCE que estaban velando de forma efectiva por la seguridad de la población albano-kosovar, y se procedió a bombardear tanto suelo kosovar como localidades serbias. Sobre los objetivos civiles bombardeados en Belgrado y las consiguiente víctimas “colaterales” en la población puedes preguntarles a tus colegas del ejército del aire españoles radicados en Zaragoza que participaron en aquellas vergonzosas rafias.

        Por otro lado he compartido mesa con desertores serbios, conozco a Mujeres de Negro contra la guerra de Belgrado y hasta he debatido con albaneses becados por la OTAN o rebatido la necesidad de intervenir militarmente en Kosovo al embajador de Albania en España en un debate televisado y no, no me fío apenas lo que cuentan los periodistas sobre lo que sucede en esas zonas, principalmente porque suele responder al mensaje que le interesa difundir a los ocupantes militares.

        Me fío mucho más de lo que me transmite gentes pacifistas de esos lugares, así como en Palestina de lo que relatan activistas del movimiento de resistencia noviolenta palestino Movimiento de Solidaridad Internacional o las mujeres del movimiento de madres de soldados en Rusia, por poner sólo un par de ejemplos más.

        Ésto sobre lo que estamos debatiendo no deja de ser una cuestión ideológica aquí, en Cali, en Prístina o en el Líbano. El que conozcas a gente de la zona te legitima parcialmente para opinar sobre ella pero no significa que tengas una opinión suficientemente documentada o contrastada ni una opinión global (histórica, económica, social y política) de todos esos conflictos.

        Yo solo te digo que hay gente en todos esos paises que ni de lejos apoyan tu punto de vista por más que quieras respaldarlo en algunas opiniones recabadas del primero que pasaba mientras te tomabas una Coca-Cola durante tus vacaciones (¿baratas, eh?) en Cali.

        ¡Ah! Y que yo sepa también Bush ha sido reelegido dueño del imperio y eso no le legitima ante la humanidad en lo más mínimo en sus bárbaras campañas militares. Y que salga escopeteado de Irak tarde o temprano ¿significará que lo ha dejado mejor de lo que lo encontró? Las razones militares para intervenir o salir de un conflicto (también en Kosovo) poco tienen que ver con el bienestar de la gente que dicen «proteger».

        • 13 de abril de 2007 19:16, por Santi

          Queda claro que las armas es un ultimo recurso y no he comentado nada de Palestina... digo tambien que en Colombia fui a visitar a familiares de colombianos que conzco aqui, no a beberme coca-colas y si a vivir con ellos, donde me acojieron en su humildad de una manera muy acojedora, espero y deseo que se acaben los males de ese pais y que se entreguen todas las armas.

          Me encantaria que algun dia ganara el pacifismo, y se entregaran todas las armas y todos vivieramos en paz sin las distinciones por la religion, color, estado ... pero, para empezar, ahora eso queda muy lejos, pensando que España ya tiene su propio problema; el terrorismo, EEUU continua creando «amigos», Iran con su proyecto nuclear, terrorismo internacional, cientos de guerras en el planeta... En Kosovo se acabo con Milosevic, el mismo que hablaba de limpieza etnica y se defendio intereses musulmanes, que eran por otro lado, los sufridores aun teniendo un grupo terrorista altamente peligroso como el uçk.... dime, como hubieras acabado con el poder de Milosevic y el terrorismo albano-kosovar? Busca soluciones y no solo critiques

          Quizas tengas razon debieramos solucionarlo todo sin armas, y hacer lo que la gente mas libremente quiera independizar Catalunya, para despues convertirla al islam como reclaman los terroristas musulmanes... aun no estamos preparados para dejar las armas... se necesita un control para no ser una anarkia

          Los lideres tienen mucho odio, intereses y poco cerebro, y prefieren acabar los problemas... a tiros

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