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Antimilitaristas

La guerra es una payasada

La guerra es una payasada

Diario de Cádiz

¿Puede el clown hablar de cosas serias? Según los espectáculos vistos en Cádiz últimamente con esta técnica, no. Los actores acogidos a este género suelen caer en la parte más vistosa de su trabajo, montando espectáculos a base de improvisaciones y sin cuidar el texto, lo que lleva a obras deslavazadas. Pero afortunadamente, este Sobre Horacios y Curiacios abre una nueva perspectiva al Clown.

Para empezar, aplicar las técnicas del payaso a una obra de Bertolt Brecht ya tiene su miga. No sabemos lo que pensaría el fundador del teatro épico y del célebre distanciamiento sobre lo visto el martes en el Falla. O, más bien, que pensarían todos los pesados que durante años han ejercido de improvisados albaceas testamentarios de su legado. Pero para el público de hoy, que al fin y al cabo es el que cuenta, fue una experiencia muy satisfactoria. Se supone que un grupo de clowns va a intentar montar la obra de Brecht, pero al final el payaso les puede. ¿O no? Porque la gran baza de este espectáculo es la tensión entre la forma y el fondo. Las payasadas son divertidas -están muy bien interpretadas por el excelente sexteto de actores- pero lo que se cuenta es terrible, pues es una dura crítica a la guerra. Brecht, cuya versión de la historia de los Horacios y Curiacios se integra en el ciclo de sus obras antinazis, recuperaba esta leyenda romana, donde tres trillizos de esta ciudad se enfrentaban a otros tres albanos. Los que perdiesen conseguirían que su pueblo respectivo quedase esclavo del contrario. El autor alemán reflexionaba sobre este combate singular en medio de una guerra general.

Los clowns de La Abadía no hacen tantos distingos. Su espectáculo se gestó en los días de la invasión de Irak y se nota la rabia contenida. Lo importante de esta propuesta, una de las más interesantes vistas en años, es que tanto absurdo y tanta payasada acaban siendo el registro adecuado para tan trascendente tema. Al fin y al cabo, no es tan ridículo como los discursos que justifican las guerras o la grandilocuencia política, tan bien parodiada en el espectáculo. Es más, cualquiera que haya leído testimonios de combatientes reales -o de las víctimas laterales y colaterales- sabrá que en las guerras las situaciones creadas pueden ser más delirantes que las imaginadas por cualquier escritor. Es por ello que Sobre Horacios y Curiacios resulta ser al final una excelente obra antibélica al acabar destapando los mecanismos profundos de la guerra de forma aparentemente liviana pero con una gran carga de profundidad. Y que al final nos deja la amarga sensación de que después de todo, ganadores o perdedores, todos acabamos siendo víctimas.

javier miranda

Alternativa Antimilitarista - Moc
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