José Bono, ministro de Defensa: «El Ejército no tiene por qué avergonzarse de ayudar»

Sacado de La Razón

El titular de Defensa respalda al director de la Guardia Civil en el «caso Roquetas»

Diego Mazón

Madrid

-Lo primero, ¿qué balance hace de este trágico verano?

-Ha sido un verano triste para la familia militar, y, singularmente, para los familiares directos de los 17 soldados fallecidos en Afganistán. Me ha servido para comprobar la pasta especial de la que están hechos los que eligen la profesión militar: profesionalidad, sacrificio, entereza y, sobre todo, amor a España.

-¿Cuáles son las principales preocupaciones en la misión afgana?

-Los militares saben hacer su trabajo. Llevan años demostrándolo en sus misiones en el exterior. Los soldados españoles colaboran junto con otros 10.000 militares de 35 países en hacer posible la paz, la democracia y el bienestar en uno de los países más pobres del planeta que, como es sabido, no tiene petróleo.

-¿Pero, al final, estamos allí para combatir el terrorismo o para mantener la paz?

-Hay muchas formas de luchar contra el terrorismo. Acabar con la opresión, con la dictadura de los talibanes, colaborar a celebrar elecciones democráticas, dar seguridad a las mujeres... son formas de mantener la paz y combatir el terrorismo. Son caras diferentes de la misma moneda.

-Que los soldados actúen allí contra el terrorismo es una acción preventiva. ¿Entra dentro de la descripción que se hizo de la misión que realizaríamos allí?

-Nuestros soldados están allí con un mandato legítimo y con el consentimiento del Parlamento. Es normal que quien dio la espalda a la legalidad, al Parlamento y a los españoles tenga ahora mala conciencia y trate de buscar tres pies al gato. Quienes desde el PP promueven ese falso debate sobre las razones de nuestra presencia en Afganistán saben que sus críticas tienen poco fuste pero tratan de hacer ruido.

-¿Pueden comenzar ahora a realizar las FAS este tipo de acciones en cualquier rincón del mundo?

-Con la ley y con los españoles de la mano se puede ir a cualquier sitio. Cuando se va en contra de la mayoría, en política se llega a la oposición. Los radicales del PP comenzaron a aislarse en las Azores.

-¿Y asumiríamos ese compromiso?

-Lo importante es ir por derecho y jamás volveremos a ir donde los españoles no quieran que estemos.

-Si actuamos en Afganistán contra el terrorismo, ¿por qué no actuar en España contra ETA?

-La lucha contra el terrorismo en España tiene varios frentes: político, judicial, legislativo, penitenciario... Las Fuerzas Armadas en las ocasiones que se ha requerido su colaboración ha participado. La «operación Romeo-Mike» es una evidencia de lo que digo.

-¿Por qué tenemos que estar en sitios como Afganistán, Haití, Bosnia...?

-Vivimos en un mundo en que nadie es tan fuerte como para no necesitar a los demás. En un mundo globalizado la seguridad y la defensa también están globalizadas. La defensa se garantiza mediante organizaciones multilaterales en las que España está presente y con una relevancia que no se debe desdeñar.

-¿Ha variado el planteamiento inicial de la misión de Afganistán?

-No. Sólo ha variado el planteamiento de algunos jefes del PP tras un siniestro con 17 fallecidos. La misión es la misma 24 horas antes del siniestro del Cougar y 24 horas después.

-¿Se ha incrementado el riesgo?

-En un país desestructurado con la droga como principal negocio, el riesgo existe. En función de qué zona del país se trate, el riesgo es mayor o menor. Hay riesgos que hemos asumido por la paz y no nos avergonzamos de ello ni antes ni después del siniestro.

-¿Conoce algún dato nuevo sobre la investigación que se está llevando a cabo del siniestro de Herat?

-Hay unos plazos legales para presentar informes. Por el momento no hay ningún indicio que apunte a la tesis de un ataque. Lo importante es el rigor antes que las prisas.

-En su comparecencia en el Congreso dejó algunas cuestiones en el aire. ¿Puede descartar hoy totalmente la hipótesis del ataque sin lugar a dudas?

-Lo que quedó en el aire fueron algunas mentiras que traté de poner en evidencia. Se dijo que iban sobrecargados los helicópteros, que volaban de noche, que era un vuelo de prueba con personas y materiales explosivos. Se dijeron falsedades con mala intención. Por el momento, la información que tengo es la que han ofrecido los expertos militares. Según su valoración inicial no hay nada que apunte a la posibilidad de un ataque.

-¿Qué misión tenían las unidades de élite que ocupaban ambos Cougar’?

-Formaban parte del batallón de apoyo electoral y realizaban un ejercicio de traslado de tropas para culminar su entrenamiento de integración en la fuerza multinacional.

-¿Por qué no tenían los helicópteros contramedidas de detección?

-Los helicópteros Cougar son los que más medidas de autoprotección llevan de las FAS. Son los mejores para operar donde lo hacen y los más modernos que tenemos. Poner en duda ahora la idoneidad de los mismos que han estado en Iraq y en Afganistán durante varios años es un juego peligroso.

-Una de las cuestiones surgidas a raíz del siniestro es las condiciones en las que se encuentran las aeronaves. ¿Cómo está el proceso de regularización de éstas?

-No es una cuestión de papeles, sino de seguridad. Cuando llegamos al Ministerio encontramos que muchas aeronaves no tenían el certificado de aeronavegabilidad. Estamos haciendo un esfuerzo, con la contratación de más de 50 ingenieros, para ponerlos al día. Sería un escándalo que los ciudadanos condujeran sin pasar la ITV a su vehículo. Pues bien, los ejércitos, mientras yo sea ministro, no cometerán esa ilícita temeridad. La obligatoriedad del certificado de aeronavegabilidad proviene de una ley de 1960.

-¿Qué compromiso en el tiempo tiene el Gobierno para la misión del PRT y de la Base Avanzada de Herat?

-Los equipos de reconstrucción provincial tienen un marcado carácter civil. El tiempo dependerá de la presencia de las ONGs, de los cooperantes y del personal civil que contribuya a la reconstrucción del país. Nuestros soldados están allí para darles seguridad, esa es su misión.

-Esa misión se ampliará en 2007. Se calcula que serán necesarios 2.500 militares, lo que reducirá la presencia española en el extranjero prácticamente a Afganistán.

-Ese calendario de rotaciones se estableció en enero de 2004, con Aznar en el Gobierno. Ahora, no le quepa duda, mientras gobierne Zapatero no saldrá ni un solo soldado de España sin la conformidad del Parlamento. Esa ampliación aún no está estudiada por el Gobierno y en su momento deberá pasar por el Parlamento si el Gobierno da el visto bueno.

-Defensa tiene varios retos por delante. Las leyes de la Defensa Nacional y la de Tropa y Marinería y la prometida subida de sueldos. ¿Qué aportan esas dos leyes a los militares?

-La subida de sueldos ya está aprobada y pone de manifiesto el compromiso del Gobierno del PSOE con los militares. Una subida de más de un 25% en tres años, manteniéndose las subidas ordinarias del 2,8 %, es un incremento histórico que hace justicia a unos profesionales muy dignos y mal pagados. Y primaremos los destinos operativos sobre los meramente burocráticos. La Ley de Defensa Nacional da protagonismo al Parlamento y la Ley de Tropa y Marinería da seguridad profesional y estabilidad económica a los soldados para toda su vida.

-¿Algún plan para el reclutamiento?

-Más plazas, más empleo estable, más sueldo y formación. La carrera militar debe ser para toda la vida.

-¿Comparte la idea de que cada vez se da más una imagen de los militares como de una ONG con pistolas?

-Quien dice eso no quiere a la Fuerzas Armadas y es la imagen miope y ridícula que quiere trasladar la derecha más radical. Las FAS no tienen por qué avergonzarse de ayudar a los demás. De nuevo, a algunos líderes del PP les brota la mala conciencia de Iraq: creen que los ejércitos sólo valen para hacer la guerra y se olvidan de que los militares españoles quieren ser constructores de paz.

-¿Desmilitarizará la Guardia Civil?

-Su naturaleza militar es garantía de seguridad para los españoles. El día 16 de agosto, en plenas vacaciones, llamamos a distintas puertas para viajar a Herat con la tarea de identificar y repatriar los cadáveres de nuestros soldados. El Equipo de Identificación de la Guardia Civil estaba listo para salir a las tres horas y en el aeropuerto. En pocos sitios se responde con la eficacia y prontitud de la Guardia Civil. Quien quiera actividad sindical no puede ser militar y la Guardia Civil lo es.

-Con el «caso Roquetas» algunos han vuelto a incidir en esto. ¿Cómo se evitan cosas como la sucedida?

-La excelente imagen de servicio a los demás de la Guardia Civil está por encima de un caso concreto.

-Las críticas por este caso se centran en Gómez Arruche, un hombre que se le supone de su círculo.

-Defiendo a la Guardia Civil y a su director, con independencia de que cuando le nombraron no le conocía personalmente.

-¿Cree que su carrera política se acaba en el Ministerio?

-Todas mis aspiraciones políticas están colmadas.

-¿No le han tentado con alguna alcaldía para cuando deje el Ministerio? Por ejemplo, la de Madrid.

-En Madrid hay muchos profesionales del chisme. Tiene usted más probabilidades de ser alcalde que yo.

-¿Cómo ve al PSOE en este curso?

-En el Gobierno... y con menos ganas de bronca que la oposición.

-Sobre la mesa están varios debates. El primero, los estatutos de autonomía. ¿Cree que es una cuestión que realmente importa a los ciudadanos?

-Solo al 0,4 % de los catalanes, según una encuesta de la Generalidad, les interesa el Estatuto con carácter prioritario.

-Ese estatuto ha quedado «atascado» y ha sido declarado parcialmente inconstitucional por el Consejo Consultivo. ¿Parará el Gobierno ese proyecto o lo aceptará, como decía el presidente, tal cual venga de Cataluña?

-Para hablar de la reforma del Estatuto catalán lo primero que hay que hacer es esperar a que se pongan de acuerdo en Cataluña y luego que esté de acuerdo con la Constitución.

-¿Acepta que Cataluña sea considerada Nación?

-La Constitución sólo reconoce, jurídicamente, a una nación que es España y la define como «patria común e indivisible de todos los españoles».

-¿Cómo ve hoy al País Vasco?

-Su principal problema es el terrorismo y después los afanes secesionistas de algunos. Afortunadamente, llevamos tiempo sin atentados mortales y los separatistas son menos que los defensores de la Constitución. El separatismo suele ser siempre insolidario y egoísta.

En primera persona

Es una y otra vez el ministro más valorado del Gobierno socialista. A su favor juega el bagaje de más de veinte años al frente de Castilla—La Mancha y el carácter directo y popular que tiene al hablar. Detallista, madrugador y concienzudo trabajador, exige e impone a su equipo un ritmo de trabajo duro y una efectividad total en sus cometidos. Animal político en todas sus facetas, cuenta entre sus amigos a gentes tan dispares como Julio Iglesias, Concha Velasco, Alberto Ruiz—Gallardón y Raphael. Quizá de este último ha aprendido algo de canto, porque últimamente en los actos militares se une sin reparo a los miembros de las unidades cuando éstos entonan sus himnos. Es el único miembro del Ejecutivo que se declara abiertamente católico, y como tal procura ir a misa en su tierra, en la catedral de Toledo, donde en más de una ocasión ha aguantado estoicamente sermones contra ciertas políticas de su Gobierno. Lo que no aguanta son las imitaciones que le hacen en televisión. «Algunos me tienen cogido el tono, pero les falla el acento», bromea. Sea como sea, alguien muy cercano se atreve, cariñosamente, a llamarle «minijtro». «Fan» de San Ignacio de Loyola, buen lector y anecdotista, sigue llevando, allá donde va, su idiosincrasia manchega con orgullo. Desde el avión, cuando vuelve a Torrejón, se asoma con cierta morriña a la ventana para ver su tierra desde el aire.