casco insumissia fusil roto
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Para ponerse en contacto con nosotr@s envíanos un email a noticias @ antimilitaristas.org.

20 años de la Campaña de Insumisión en el estado español

¡¡Seguimos desobedeciendo!!

¡¡Seguimos desobedeciendo!!

El 20 de febrero se cumplen 20 años de la primera presentación colectiva de insumisos en el estado español. Para celebrarlo vamos a tener todo tipo de actividades en distintos sitios.

y... ¡¡SEGUIMOS DESOBEDECIENDO!!

DOSSIER DE PRENSA

MATERIALES: fotos, carteles, diapositivas, etc.

CONVOCATORIAS

DOSSIER DE PRENSA

1989-2009: MÁS DE 20 AÑOS DE INSUMISIÓN Y DESOBEDIENCIA CIVIL

La lucha antimilitarista se viene desarrollando a lo largo de toda la historia de la humanidad. Siempre ha existido gente que ha luchado contra las guerras, contra su preparación, y que ha utilizado el camino de la paz para conseguir la paz.

El germen de la lucha antimilitarista en el Estado español surge en 1971 cuando Pepe Beunza se niega a ser reclutado y se declara objetor de conciencia. Es el primer objetor político cuyos planteamientos antimilitaristas le llevan a practicar la desobediencia civil. A partir de este momento surge una vorágine de gente que trabaja en torno a la desobediencia al ejército y se crea el Movimiento de Objeción de Conciencia (M.O.C.), que fundamenta su trabajo en la desobediencia civil y la noviolencia como herramientas de lucha contra el militarismo y ejércitos.

El Estado intenta frenar la oleada de objetores con diferentes iniciativas legislativas. Todas ellas son rechazadas por el movimiento ya que, obviamente, ninguna de ellas satisface sus demandas antimilitaristas.

Los 70 y 80 son tiempos en los que aumentan el número de objetores, las movilizaciones, los encarcelamientos y el apoyo social. El trabajo internacional nos ayuda a conocer la experiencia de otros países y nos proporciona una visión de la respuesta del Estado como regulador de la Objeción Conciencia. Esta experiencia –en esta época somos ya miembros de la Internacional de Resistentes a la Guerra– abre aún más el camino hacia la insumisión.

El Gobierno aprueba en 1984 la Ley de Objeción de Conciencia (LOC), su séptimo intento legislativo. La ley es rechazada de pleno. Fue publicada el día de los Santos Inocentes lo cual provocó no pocos chistes. Esta ley penaliza la objeción, creando una Prestación Sustitutoria que duraba el doble que la mili. No reconoce el carácter colectivo, político y antimilitarista de la OC y destruye puestos de trabajo. Es una ley diseñada para reforzar el SMO y el ejército.

La respuesta por parte del MOC es la objeción colectiva, con 2.800 cartas en los 6 primeros meses. En la II Declaración Ideológica del MOC de 1986, se sitúa la OC en un plano antimilitarista y colectivo. Paradójicamente estas objeciones políticas son aceptadas. Esto es así hasta 1988. Tras haber reconocido con esta carta a más de 15.000 objetores, la Administración deja de hacerlo.

La desobediencia civil es una práctica colectiva de trabajo político y social. En un ejercicio de responsabilidad y sentido común: desobedecemos leyes injustas y asumimos las consecuencias públicamente. El 20 de Febrero de 1.989 llevamos a cabo la primera presentación colectiva de insumisos: 57 personas en todo el Estado presentaron públicamente su negativa a realizar el SMO y la Prestación Sustitutoria. Por este motivo 11 de ellas fueron encarceladas. El Estado responde con represión arbitraria: encarcela a unos y a otros no. Intenta que la insumisión pase desapercibida, no tiene otra opción.

La fortaleza de esta estrategia de desobediencia civil se basa en el desarrollo de un colchón social potente: por cada insumiso, 4 personas de diversa condición social (abogados, obreros, periodistas, profesores…) se autoinculpan de cometer el mismo delito; cada desobediente genera la movilización de un grupo de apoyo y su entorno; nos reunimos con movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos y ONGs para boicotear la Prestación Sustitutoria. Las redes de solidaridad se extienden: el virus de la insumisión infecta todo el tejido social. El Estado no tiene vacuna.

En 1991, apenas dos años de comenzada la insumisión, se aprueba la Ley de Reforma del Servicio Militar. Previamente a esta norma, los 400 insumisos a la mili habían sido condenados a penas de cárcel que no conllevan ingreso en prisión. Con esta ley se imponen 28 meses de cárcel a todos, como hasta ahora sólo sucedía con los insumisos a la Prestación Sustitutoria. Todos los objetores pasan a jurisdicción civil. Fue un intento de dividirnos, de judicializar la lucha alejando el debate público del terreno militar. El ejército había pedido sopitas, queriendo quedarse al margen. Pero no le sale bien: Permanecemos unidos y desobedeciendo, y nuestras acciones continúan centrándose en gobiernos militares, cuarteles y fábricas de armas. La presión social aumenta a medida que los insumisos son juzgados y encarcelados.

El número de objetores reconocidos supera todas las expectativas y paralelamente disminuyen las plazas de prestación. Los sindicatos impiden que se ocupen puestos de trabajo por parte de objetores. No hay plazas para tanta gente y la Prestación Sustitutoria se hace inaplicable.

En 1993, las cárceles están llenas de insumisos organizados. Se reforma el Código Penal y se pasa a aplicar de forma automática el tercer grado o régimen abierto exclusivamente a los insumisos. Intentan así invisibilizar la represión condenándonos sólo a ir a dormir a prisión.

La estrategia de desobediencia toma, de nuevo, la iniciativa. Dejamos de ir a dormir a prisión, quebrantando la condena y nos presentamos públicamente, siendo encarcelados en régimen cerrado. Es lo que se llamó el “plante al tercer grado”. Con un nivel de represión tan notorio –por ejemplo, 2/3 de los presos de la cárcel de Pamplona son insumisos–, la insumisión se convierte en una cuestión de estado.

En 1.996 –con 348 insumisos presos– se publica el nuevo código penal: Desaparece la cárcel como pena para los insumisos y es sustituida por penas de entre 8 y 14 años de inhabilitación (sin becas, sin subvenciones y sin posibilidad de trabajar en la administración ni empresas públicas). Es la muerte civil. El colchón social responde: universidades, escuelas, ayuntamientos se niegan a aplicar la ley. La muerte civil es germen de desobediencia.

A finales del 2000, según datos oficiales son 945.195 los objetores reconocidos por el Ministerio de Justicia y 940.000 los que tienen diferentes tipos de prórroga para no incorporarse al SM o PS.

Con la llegada al poder, el Partido Popular anuncia un plan de profesionalización del ejército. Contemplan acabar con la mili para el 2.002. Pero para este momento también estamos preparados, llevamos la desobediencia civil dentro de los cuarteles: Es la Insumisión en los Cuarteles. La Insumisión en los Cuarteles se inicia en 1997. Vamos a la mili, nos traemos los uniformes y nos los quitamos públicamente. O sea, desertamos. Nos enfrentamos directamente al ejército, que responde con consejos de guerra y prisión militar.

En un panorama de fin de mili, los diferentes planes de crear un ejército profesional van fracasando uno tras otro. Se inyectan millones para campañas de captación de reclutas y para modernización de material bélico. La escasez de soldados voluntarios obliga continuamente a rebajar el cupo de tropa. De 120.000 profesionales se pasa a 75.000, no llegando nunca a tener más de 68.000 en la práctica. La insumisión acabó con la vocación militar.

A lo largo de estos años se calcula que ha habido unos 50.000 insumisos en todo el Estado, de los que cerca de 2.000 han cumplido penas de cárcel. Las dimensiones de este fenómeno han traspasado las fronteras dando a la insumisión en el Estado español repercusión internacional convirtiéndose en un paradigma histórico de la desobediencia civil.

La utopía de un mundo sin guerras, la utopía de un mundo sin la preparación de guerras se hace cercana. Luchamos contra el militarismo y todo lo que significa: la fabricación de armas; la cultura del miedo; la resolución de los conflictos por la violencia; la guerra; la injusticia; la miseria; la opresión... Si quieres la paz prepara la paz.

Con la desobediencia civil, la noviolencia, la educación para la paz, la objeción fiscal, la insumisión... el cambio social es posible. Si algo hemos aprendido es que las guerras sólo provocan muerte, destrucción y miseria, y que el verdadero papel de los ejércitos es defender los intereses de los poderosos. También sabemos que con las ideas claras, espíritu de lucha y convicción se puede transformar un mundo injusto. Asimismo, nuestra estrategia noviolenta de lucha va prefigurando la sociedad que queremos construir, de la misma manera que –en palabras de Gandhi– el árbol está en la semilla

Parafraseando a Eduardo Galeano: Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

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MATERIALES

  • Una extensa presentación de diapositivas y fotografías que comprende
    todo este periodo histórico y que podéis descargaros en el siguiente link:

http://www.box.net/shared/vzazcxhl1b

  • Fotos, cateles, noticias de prensa, etc.

http://picasaweb.google.es/antimilitarismoa

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CONVOCATORIAS

BILBO

PROGRAMACIÓN

- Inicio de los actos conmemorativos en Bilbo

- 20 de febrero. Rueda de prensa.

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IRUÑA

PROGRAMACIÓN/EGITARAUA

- Otsailak 20 de febrero: Bakearen Etxea, Merced k., a las 20:00 etan.
Debate-Eztabaida / Merienda-Jaia: ¿Y ahora qué? Antimilitarismo y desobediencia civil después del servicio militar.
Parte hartzaileak / Participan: Iruñerriko gizarte mugimenduetako kideak / Movimientos sociales de Iruñerria.

- Otsailak 21 de febrero: Intsumisioa kalean berriro / La insumisión de nuevo en la calle.

- Otsailak 26 de febrero. Zabaldi, Calderería, a las 20:00 etan.
Mahai ingurua / Mesa redonda: La participación de las mujeres en la campaña de insumisión.
Parte hartzaileak / Participan: Talde antimilitaristetetako eta AFOINAko neskak.

- Martxoak 6 de marzo. Bakearen Etxea, Merced, k., a las 20:00 etan.
Mahai ingurua / Mesa redonda: Intsumisioa euskal gatazkaren zurrunbiloan.
Parte hartzaileak / Participan: Santi Kiroga eta Patxi Azparren.

- Martxoak 12 de marzo. UPNA - NUP.
Mahai ingurua / Mesa redonda: Insumisión: el fin de la mili y la lucha antimilitarista.
Parte hartzaileak / Participan: Talde antimilitaristak / grupos antimilitaristas.

- Martxoak 13 de marzo: (como en el cartel)

- Martxoak 14 de marzo: (Como en el cartel)

- Exposición de carteles de la campaña de insumisión en locales sociales y bares / Intsumisioaren aldeko kanpainako kartelen erakusketa taberna eta lokaletan.

Organizan / Antolatzen dute
Intsumisioak 20 Urte Batzordea,
Alternativa Antimilitarista – Iruñeko KEM/MOC

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LAS PALMAS

El próximo 20 de febrero de 2009 se cumplen los 20 años del inicio de la campaña de insumisión, con la que el servicio militar obligatorio en el ejército español pasó a la historia.

Queremos celebrarlo y hacer memoria contigo en un encuentro que tendrá lugar el mismo 20 de febrero, a las 20.00 horas, en CAFÉdEspacio, -en Las Palmas de Gran Canaria, C/ Cebrián 54, esquina Eusebio Navarro (antiguo Esdrújulo)-. (ver mapa)

Pasaremos un buen momento compartiendo nuestra experiencia y nuestros retos antimilitaristas con otras generaciones.

Te esperamos.

¿Quieres participar? Sigue leyendo:
- Queremos contar esa noche con tu testimonio: cuéntanos por qué te implicaste en la campaña, cómo viviste esa experiencia, qué aprendiste, qué te aportó... y lo que te apetezca.
- También te pedimos que rebusques en tus papeles, fotos, vídeos... y compartas cualquier documento de la época que te ayude a comunicarlo.
- Tenemos un blog donde puedes ir colgando estos materiales, antes y después del encuentro. Dínoslo y te incluimos como redactora; te explicamos cómo hacerlo.
- Ayúdanos a convocar a la gente que ha participado en todos estos años: insumisos, colectivos, grupos de apoyo, familiares, simpatizantes... y a gente joven que quiera conocer.
- Dínos si estás disponible y dispuesto/a a prestar tu testimonio ante la prensa, en entrevistas o charlas.
- Nos veremos una hora antes en el mismo lugar para organizar las intervenciones.
Ponte en contacto con nosotras si no puedes ir y quieres hacer llegar tu aportación: moclaspalmas gmail.com.

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MADRID

CONVOCATORIA

Mesa redonda, exposición de videos y de «reliquias antimilitaristas» y
cómo no ...fiesta
20 de febrero a las 19 horas
Asociación cultural «La casa del barrio».
Avda de Carabanchel Alto nº 64
Metro Carabanchel Alto. Autobuses: 35 y 47

Conovocan:

Grupo Antimilitarista de Carabanchel
Asamblea antimilitarista de Madrid
AA.MOC Madrid

Más información, nota de prensa y cartel:
http://www.nodo50.org/moc-carabanchel/campa%F1as/20_Aniversario.htm

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NOTA DE PRENSA

SEGUIMOS DESOBEDECIENDO: 20 ANIVERSARIO DE LA CAMPAÑA DE INSUMISIÓN

AA. MOC Madrid y Asamblea Antimilitarista de Madrid convocan una mesa redonda, muestra de videos, exposición de “reliquias antimilitaristas” y fiesta el próximo 20 de febrero a las 19.00 horas en la Asociación cultural «La casa del barrio» (Avda de Carabanchel Alto, 64).

El 20 de febrero de 1989, 57 jóvenes pusieron en marcha la Campaña de Insumisión organizada por el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC). Los jóvenes se declararon insumisos ante diferentes Gobiernos Militares del Estado español. Se negaban a hacer la mili y la prestación social sustitutoria (PSS) de 18 meses como alternativa al servicio militar obligatorio. Once fueron detenidos e ingresados en diferentes prisiones militares.

Se trataba del inicio de lo que iba a ser la más exitosa campaña de desobediencia civil en el Estado español y en Europa. A lo largo de los 12 años que duró la lucha, 50.000 jóvenes se declararon insumisos y 1.670 terminaron en la cárcel por defender su derecho a no hacer la mili ni la PSS. La fortaleza de esta estrategia de desobediencia civil se basó en el desarrollo de un colchón social potente: por cada insumiso, 4 personas de diversa condición social (abogados, obreros, periodistas, profesores…) se autoinculpaban de cometer el mismo delito; cada desobediente generaba la movilización de un grupo de apoyo y su entorno; movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos y ONGs se unieron al boicot a la PSS. Las redes de solidaridad se extendían: el virus de la insumisión infectaba ya todo el tejido social.

La insumisión es la heredera de la objeción de conciencia al servicio militar de los años 80 y del trabajo de grupos de mujeres antimilitaristas. Aquellos objetores procesados fueron amnistiados y quedaron libres de sus obligaciones militares. Sin embargo, algunos de ellos creían que la mayor duración de la PSS penalizaba a los objetores y que se trataba de un trabajo esclavo que eliminaba puestos de trabajo remunerados. El objetivo debía ser la desaparición total del servicio militar. Con la renuncia a la amnistía, podían volver a ser llamados a filas. Cuando esto ocurrió, se declararon insumisos.

El primer juicio militar contra insumisos se celebró el 16 de noviembre de 1989 y también se produjeron las primeras condenas de cárcel que los insumisos tuvieron que cumplir en cárceles militares ya que la jurisdicción era militar. En 1991, los casos de insumisión al servicio militar pasaron a la jurisdicción civil. Si el Código Penal Militar fijaba la pena mínima para los insumisos a la mili en un año de prisión, el Código Civil establecía unas penas más altas para los dos tipos de insumisión: de dos años, cuatro meses y un día hasta seis años.
En 1995 se aprueba un Nuevo Código Penal que mantiene la penas de prisión para los insumisos, cuando la oposición a estas condenas está extendida en la sociedad española. En 1998 se rebajan las penas y unos meses más tarde se aprueba una nueva ley de regulación de la PSS. El Gobierno anuncia que el último reemplazo de la mili dejará los cuarteles en diciembre de 2001. En el año 2002, el Gobierno se ve forzado a reformar el Código Penal y el Código Penal Militar para eliminar los delitos relacionados con la insumisión: se produce una amnistía para cerca de 4000 insumisos procesados y unos 20 insumisos en los cuarteles.

El movimiento antimilitarista sigue trabajando para profundizar en la desmilitarización de nuestra sociedad, en frentes como las movilizaciones en contra de las guerras, la desobediencia al gasto militar, el desmantelamiento de las instalaciones militares y su reconversión a uso civil, la denuncia del comercio de armas, la participación en las nuevas movilizaciones contra la OTAN... Y todo ello en un nuevo contexto social, político y económico, que es el de la existencia de unas Fuerzas Armadas «profesionales», que intentan ser vendidas y legitimadas como una opción laboral más, como una ONG vestida de caqui. Como decíamos no hace tanto tiempo: acabar con la mili fue divertido, abolir los ejércitos será un fiestón.

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SALAMANCA

Andamos contactando con la gente que participó. Formaremos mesa para dos cosas:

- recordar los porqués de la insumisión, evolución y evaluación

- plantear los porqués del nuevo grupo AA.MOC que despega ahora en Salamanca

y después ágape de suculentas viandas pa compartir, mesa informativa y otros pretextos para lucir emociones.

Aprovechamos para hacer una llamada a toda aquella gente que conozca a quien participara de la Campaña de Insumisión en Salamanca.

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ZARAGOZA

ACTOS

1989-2009
ANIVERSARIO DE LA INSUMISIÓN
CABO D’AÑO D’A INSEMISIÓN

El próximo 20 de Febrero de 2009, con motivo de la primera presentación pública y colectiva de cincuenta y siete objetores insumisos al ejército en el estado español, comenzaremos la celebración en Zaragoza del 20 aniversario de la Insumisión coincidiendo con carnavales. Desde Zaragoza Insumisa (un recurso colectivo de conmemoración creado para la ocasión y formado por antiguos insumisos con el apoyo del antimilitarismo local vigente) te invitamos a celebrar con muy buen humor esta lucha histórica.

- VIERNES 20 de Febrero, 19h. CARNAVAL ALTERNATIVO 09
(20 ANIVERSARIO DE LA INSUMISIÓN)

CONTRA LA CRISIS: ¡EXPO-BOMBA!.
¡VIVE LA DESTRUCCIÓN MASIVA!

A las 19:30h. salida desde la Pza. Paraíso de Zaragoza (Paranínfo
Universitario frente a Capitanía). PARTICIPA con tu comparsa
antimilitarista y ganas de chunga crítica.

- SÁBADO 21 DE FEBRERO, 20h
*Cena Insumisa:
Fundación El Tranvía, C/ Fray Luis
Urbano 11, casa 23.
Barrio de Las Fuentes, Zaragoza
Buses 30, 24, 44 y 22.
El coste rondará los 10 euros por cabeza, y se determinará el mismo sábado,
pagando todo a escote.
Si te queda alguien por avisar, este es el momento!, enviando un mail
a zaragozainsumisa yahoo.es para incluir su plato en las cuentas.

No olvides que queda invitada toda persona que se sienta parte o amiga
de esta lucha histórica. Anímate a compartir juntxs aquella victoria social.

- VIERNES 27 de Febrero, 20h. Zinepobre en «Treziclo» (Liñán, 8. La Madalena).
Proyección independiente con coloquio sobre la evolución de la acción
directa y la desobediencia civil desde la Insumisión hasta nuestros días.

PICKAXE [94 min]. Dirección: Tim Ream, Tim Lewis (2000)

Un variado grupo de activistas se plantan para proteger un antiguo bosque primario de ser talado en Warner Creek, en el Bosque Nacional de Willamette de Oregón, bloqueando las carreteras de tala y repeliendo a la policía estatal. Durante once meses se construye una comunidad alrededor del bloqueo ilegal constituyendo el Estado Libre de Cascadia, a la vez que por toda la región se propagan acciones similares.

Años después de su rodaje, Pickaxe se ha convertido en un documento clásico del potencial de la acción directa noviolenta para vencer tanto a las fuerzas del gobierno como de las grandes empresas. Cuidadosamente elaborado por l@s propi@s participantes, la película muestra cada momento, desde la confrontación hasta la celebración.

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TEXTO DE LA CONVOCATORIA

Un poco de historia...

En las jornadas antimilitaristas de Zaragoza de noviembre de 1988, los grupos cercanos al MOC asumen la insumisión. Pero hacía falta una mayor represión para movilizar a la opinión pública. Ésta llega en la primera presentación colectiva de cincuenta y siete objetores insumisos el 20 de febrero de 1989, en la que diez fueron detenidos. Los insumisos no han perdido en ningún momento la dimensión colectiva de su desobediencia porque han tenido instrumentos comunes que así lo han garantizado. En muchos sitios además se ha organizado entrenamientos previos a la presentación para crear conciencia de grupo y racionalizar los riesgos asumidos. En la línea de la tradición de las luchas noviolentas por los derechos civiles, estos insumisos, lejos de evitar la acción de los tribunales, la han provocado abiertamente mostrando estar tan determinados a no hacer la mili como a no esconderse. Su gesto pretende interpelar a una conciencia social mayoritariamente contraria al servicio militar, y confrontarla con el hecho de que unos jóvenes se vean condenados en aplicación de una legislación penal y militar sobre OC destinada precisamente a hacer efectiva la obligatoriedad del SM.

Desde esa fecha (20 de febrero de 1989) no ha parado de crecer la cifra de insumisos. En 1990, a pesar de las expectativas de cárcel con las que se enfrentaban los insumisos, las cifras se doblan de largo y vuelven a hacerlo en 1991, en el contexto ahora de la guerra del Golfo. La insumisión ya se había asumido como forma de lucha por diferentes grupos como Mili KK, Colectivos autónomos, etc. Continúan creciendo fuertemente en los años siguientes las cifras de insumisos a pesar de que llegan los juicios, tanto civiles como militares, las condenas de cárcel y las campañas gubernamentales de criminalización. La insumisión se «normaliza», en el sentido de que los aspirantes a insumisos ya no necesitan para ejercerla la referencia del movimiento que la impulsó inicialmente. La «receta» está lo suficientemente extendida entre la sociedad como para que la insumisión tenga una existencia autónoma, aunque condicionada tanto a las medidas y campañas gubernamentales como a la repercusión de la actividad del movimiento antimilitarista.

A partir de 1993, el censo que los grupos antimilitaristas mantenían deja de ser fiable debido al elevado número de desobedientes y a que muchos de estos dejan de coordinar su acción con el movimiento. Se trata entonces de cifras extrapoladas, de cuyo valor exacto oficial revelado hasta ahora es el número de «objetores de conciencia que no han efectuado la actividad que les ha sido asignada [hasta el 30 de septiembre de 1996]». En respuesta a una pregunta parlamentaria que trataba de indagar el volumen del fenómeno de la insumisión, el Gobierno cifró entonces en 7.964 el número de estos objetores, «presuntos» insumisos a la PSS (El País, 2 de noviembre de 1996). Puede verse que las citadas extrapolaciones no andaban en absoluto desencaminadas y que incluso podrían venir a resultar algo conservadoras. Estudios recientes (Peláez i Vinyes, 2000) estiman la cifra total de insumisos en unos 50.000, 12.000 de ellos sólo en Catalunya.

Las cifras de objetores de conciencia que se acogen a la LOC ha seguido una evolución también al alza, aunque mucho más acusada, como corresponde a un comportamiento que, si bien se encontraba fuertemente desincentivado por el mayor tiempo de espera y duración de la PSS respecto del SMO, no implicaba ilegalidad alguna.

La irrupción de los insumisión hizo más fácil a mucha gente indecisa tomar el «camino de enmedio» de la PSS, y llegó a quebrar con su desarrollo la función disuasoria de LOC. Esto unido a la actividad del movimiento antimilitarista que consiguió bloquear la puesta en marcha efectiva de la prestación implicando a muchas entidades y ONGs en una campaña de no colaboración -en 1998 la «bolsa» de objetores sin destino para realizar su prestación superaba ampliamente los 800.000-, explica el impresionante crecimiento de las cifras. Así, en 1990, después de las primeras presentaciones de insumisos, con su gran repercusión pública, las cifras de objetores se doblan, llegando al nivel que alcanzó la «objeción colectiva» que respondió a la publicación de la LOC en 1984. El efecto de la guerra del Golfo también se deja sentir y las solicitudes de 1992 casi doblan las de 1991. La caida de 1995 tiene más que ver con una reducción del contingente militar anual que con una recesión real un fenómeno que empezaba a tomar perfiles irremediablemente peligrosos para el sistema de reclutamiento.

A finales de 1996, el anuncio del fin de la mili para el año 2003, pone en marcha la llamada «operación tonto el último». La objeción de conciencia es ya un fenómeno de masas. La reciente actualización de esta medida, que adelanta la definitiva defunción del SMO para finales de 2001, junto con la disminución del castigo a los insumisos (reforma del Código Penal y excarcelaciones en 1998), puede explicar la disminución de las solicitudes de 2000. Los llamados a filas, uno de cada cuatro en 2000 (La Razón, 6 de diciembre de 2000), simplemente no acuden, dejan pasar el tiempo, y se convierten en una especie de insumisos «pasivos», en vista de lo improbable de su procesamiento y lo escaso del castigo. A finales de 2000, según datos oficiales, son 945.195 los objetores reconocidos por el ministerio de Justicia, y 940.000 los que tienen diferentes tipos de prórroga para no incorporarse al SM o a su PSS.

Del libro «En legítima desobediencia: 30 años de antimilitarismo», disponible en Insumissia. Descárgatelo en formato PDF en:
http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article1997.

ALACANT

En Alacant la celebración del aniversario se pospone unas semanas, pero ¡hacerse se hará! Seguiremos informando.

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  • 18 de febrero de 2009 00:28

    Enhorabuena...¿alquien podría decirme si se va a hacer algo en Galicia? Gracias y un abrazo.

  • 21 de febrero de 2009 10:59, por Crates

    Por ahí encima se escribe La insumisión acabó con la vocación militar...

    Parece ser que los perversos medios de comunicación oficiales se empeñan en ignorar este hecho, en afrontarle con contrapropaganda... ¿O no? El siguiente reportaje se publicó en el a diario 20 minutos.

    La crisis y el paro se ceban con los más jóvenes. Unos 825.000 españoles entre 20 y 30 años están actualmente sin trabajo, un 44% más que hace un año. La búsqueda de un empleo estable, que les permita huir de la temporalidad, y un sueldo aceptable, ha provocado que se disparen las solicitudes para entrar en el Ejército, la Guardia Civil y la Policía Nacional.

    Los datos son claros. De las tres salidas laborales, es el Ejército el que más se está ‘beneficiando’ de la crisis. Si en el año 2005 había 1,5 solicitudes por cada plaza, ahora hay 3,13 peticiones, más del doble. En el octavo ciclo de reclutamiento, por ejemplo, entre el 1 de septiembre y el 30 deoctubre, Defensa recibió 9.120 solicitudes para 2.901 plazas, más de tres por cada una, algo impensable hace años.
    Pueden ingresar en el Ejército ciudadanos de Guinea Ecuatorial y de 18 países latinoamericanos
    De hecho, para cubrir la oferta, España se vio obligada a abrir su Ejército a aspirantes extranjeros (hoy pueden ingresar los ciudadanos de Guinea Ecuatorial y de 18 países latinoamericanos con tarjeta de residencia).

    Ahora, ha cambiado la tendencia y el aumento de candidatos provoca que Defensa tenga unmargen de selección del que hasta ahora no disponía. «Y habrá más candidatos si en 2009 el paro sigue creciendo», señalan fuentes de Defensa.

    En Ávila, por ejemplo, las solicitudes de alistamiento han crecido un 150%; en Alicante, un 75%; en Córdoba, un 70%; en Murcia, un 65%, y en Valladolid, un 45%. A cambio, un salario inicial bruto de 14.420€ anuales. En la Guardia Civil, por su parte, también se han disparado las peticiones este año.

    La Benemérita ha ofrecido 5.000 plazas en dos convocatorias. En la de abril (2.500 plazas) se presentaron 18.300 jóvenes. En la de septiembre (otras 2.500 plazas) hubo 23.400 candidatos, un aumento del 30% en apenas cinco meses. Esto se traduce en que ha habido 8,3 aspirantes por plaza.

    Menos tiempo formativo

    «Había que remontarse muchísimos años para encontrar esta cifras», señalan en la Guardia Civil. «La inestabilidad económica y el paro han provocado que los jóvenes busquen en el Cuerpo un trabajo seguro», explican en la Asociación Unificada de Guardias Civiles.

    El salario al salir de la academia es de unos 1.400 euros mensuales
    «Hay oferta, 5.000 plazas anuales, y ahora hay mucha demanda. Por eso, el curso de formación se ha reducido de nueve meses a cinco», afirma la Unión de Oficiales de la Guardia Civil. El salario, nada más salir de la academia, es de unos 1.400 euros mensuales, dependiendo del destino y de la especialidad.

    Y por último, la Policía Nacional, que en los últimos tres años está ofreciendo también una media de 5.000 plazas. En 2006 hubo 38.000 solicitudes, y este año, con 5.500plazas, ha habido 43.000 peticiones, un aumento del 13%. «Y para el año que viene, si la situación económica sigue así, se esperan otros 48.000 aspirantes», señalan fuentes policiales.

    Ver en línea : Avalancha de aspirantes al ejército

    • 22 de febrero de 2009 20:55, por Jesús

      Bueno, Crates, desde hace ya unos cuantos meses, más que enmascaramiento algunos medios aceptan la realidad, aunque duela:

      «Los centros de reclutamiento están desbordados y algunos han debido doblado el personal médico para examinar a todos los aspirantes.Pero en los tres Ejércitos saben que la motivación castrense es casi nula. El único blindaje que interesa a los nuevos quintos es el de su trabajo. «Dicen que les gusta el Ejército. Pero en la casilla de situación laboral siempre pone lo mismo:»en paro«.Sentimiento militar tienen poco, lo que persiguen es un empleo», comenta el responsable de un centro de reclutamiento en Extremadura.»

      Ver en línea : Los tres Ejércitos saben que la motivación castrense es casi nula

      • 6 de marzo de 2009 19:48, por Crates estadístico

        Bueno, hacerlo aunque no guste es hacerlo. Para mi, «acabar con la vocación militar» sería otra cosa. Salvo que pensemos que es un tanto que un insumiso en paro se apunte al ejército, porque aunque se apunte al ejército, sigue pensando como antimilitarista.

        Más aún, el que la estadística de alistamiento suba o baja según las situaciones económicas no demuestra que «la insumisión acabó con la vocación militar»; o al menos, lo demuestra tanto como demuestra que nunca hubo mucho de esa cosa -«vocación militar»- en este solar, y que la estadística baja coincidente con el inicio de la profesionalización y el final de la insumisión coincidió también con escasas ventajas socioeconómicas comparativas del alistamiento. En cuanto las circunstancias han cambiado, la cosa cambia.

        Con esto -con parecerme disparatado el slogan ’la insumisión acabó con la vocación militar’- no pretendo ser derrotista. La insumisión no me parece una causa, sino un efecto de la ausencia de vocación militar, y el principal que consiguió plasmarla en acción transformadora y no en charlas de cafe o historietas de «El Jueves». La realidad fue lo bastante interesante como para obviarla con lemas propagandísticos. Y si las circunstancias producen un repunte de la estadística, sigue estando en nuestras manos cambiarlas.

Alternativa Antimilitarista - Moc
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