Desde la fría Noruega nos llega esta información muestra de la globalidad de la solidaridad. Esta misma campaña se desarrolla en el estado español.
15 de enero 2006
Tras 39 años de ocupación de Palestina, la construcción incesante del muro del Apartheid y la negativa de Israel a rendir cuentas por los crímenes cometidos contra la población palestina, todo ello deriva en que la comunidad global presione al Estado de Israel a cumplir las leyes internacionales.
Da tu apoyo a la moción de Boicot a Israel, del distrito de Sor-Trondelag (Noruega), y lee el siguiente texto de Norman Finkelstein. Éste aparece en su website y en el periódico noruego Aftenposten: ¿Por qué el boicot económico a Israel está justificado?.
Querid@s amig@s,
La región noruega de Sor-Trondelag ha aceptado una moción de boycot contra productos israelíes, como medio para presionar a Israel a que ponga fin a la ocupación y la opresión del pueblo palestino. Puedes leer la moción en
www.stopthewall.org/worldwideactivism/1061.shtml.
Los representantes de Sor-Trondelag han experimentado una presión masiva sionista, después de aprobar la moción y algo de miedo para que voten contra el boicot en una nueva votación. Por ejemplo el Centro Simon Wiesenthal y otras organizaciones
sionistas tildaron a l@s representantes elegidos de nazis y racistas. Desearíamos que enviases una carta de apoyo a la moción a:
Mayor Tore Sándwich Sor-Trondelag county municipality tore.sandvik stfk.no (por favor, manda una copia oculta a fup palestina.no)
Por favor envía copias a:
Arne Braut (Líder del Partido Centro) arne.braut stfk.no
Ola Huke (Líder del Partido de izquierdas socialista) ola.huke stfk.no
Partido laborista de Sor-Trondelag sor-trondelag dna.no
Yngve Brox (Líder del Partido Conservador)yngve.brox stfk.no
Partido de Izquierdas fredrik liberal.no
Heidi Klokkervold (Alianza electoral roja)heidi@klokkervold stfk.no
En solidaridad, Lars Klottruo Berge (Juventudes por la libertad de Palestina, Noruega).
Por Norman G. Finkelstein. Aftenposten/1/14/2006.
Nota del editor: Este artículo aparece publicado en el periódico Noruego Aftenposten, el 14 de enero. www.normanfinkelstein.com/article.php?pg=11&ar=130
La reciente propuesta de boicot a los productos israelies en Noruega ha desatado un debate apasionante. Según mi punto de vista, un análisis exhaustivo de este asunto nos planteará dos cuestiones.
1- ¿Las violaciones de los Derechos Humanos por parte de Israel merecen un
boicot económico?
2- ¿El boicot puede contribuir a la finalización de estas violaciones?. Tengo argumentos suficientes para mi respuesta afirmativa para ambas cuestiones.
Aunque es tema de muchos informes de organizaciones por los Derechos Humanos, lo que graban los grupos de Derechos Humanos de Israel en los territorios ocupados, no es conocido fuera por lo general. Ello es debido primero de todo a las relaciones públicas industriales de los defensores e Israel, así como a la efectividad de sus tácticas de intimidación junto a las críticas de Israel etiquetadas de antisemitas. Es un hecho innegable que Israel ha cometido un elevado número de violaciones de los Derechos Humanos, algunas alcanzan el rango de crímenes de guerra contra la humanidad.
Estos incluyen: asesinatos ilegales. Mientras los ataques suicidas contra israelíes han copado la atención de los mass media, la lista de civiles asesinad@s por Israel es mucho menos conocida. De acuerdo con los datos más recientes que provee el Centro israelí de Información de los Derechos Humanos, en los territorios ocupados (B’Tselem), 3.386 palestin@s han sido asesinados desde septiembre del 2000 (de los cuales 1.008 fueron identificados como combatientes) frente a 992 israelíes muertos (de los que 309 eran combatientes). Esto significa que han sido asesinados tres veces más palestin@s que israelíes y que han muerto tres veces más civiles palestin@s que israelíes. Los que apoyan a Israel sostienen que hay diferencia entre que l@s palestin@s sean objetivo y asesinados, a que se produzcan muertes sin querer. B’Tselem sostiene que: “Cuando tantos civiles han sido asesinados y heridos, que no exista intención de ello, no es significante. Israel es responsable igualmente”. Amnistía Internacional informa de que muchos de esos civiles muertos han sido objetivos deliberados, nada tienen que ver con accidentes. Mientras el periodista Chris Hedges, del New York Times, afirma: “los soldados israelíes utilizan a l@s niñ@s palestinos como si fueran ratones en una trampa y los matan por deporte”.
Tortura. “Desde 1967”, Amnistía hace público, que los servicios de seguridad israelíes han torturado rutinariamente a sospechos@s de la política palestina en los territorios ocupados. B’Tselem calculó que el 85 % de l@s palestinos interrogados por los servicios de seguridad israelíes fueron objeto de métodos calificados como tortura. Hace una década Human Rights Waths estimó que el número de palestin@s torturad@s o gravemente heridos fue de decenas de miles. Número que es muy significante cuando se recuerda que entre adultos y adolescentes varones palestinos de Cisjordania y Gaza está por alrededor de tres cuartos de millón. En 1987 Israel se convierte en el único país del mundo donde la tortura está legalizada (Amnistía).
Aunque la Corte Suprema israelí hiciera un intento de prohibir la tortura en una decisión tomada en 1999, el Comité contra la tortura en Israel afirma que (en el 2003) las fuerzas de seguridad israelíes continuaban aplicando tortura, como moda rutinaria y metódica. En el 2001, un estudio de B’Tselem demostró que las fuerzas de seguridad israelíes aplicaban a menudo torturas duras a niñ@s
palestin@s.
Demolición de casas. “Israel ha llevado a cabo una política de demolición masiva de casas en los territorios ocupados según un artículo de B’Tselem. Desde septiembre del 2000 ha destruido 4.170 casas palestinas. Hasta hace muy poco Israel utilizaba la demolición de casas como medida de castigo. De acuerdo con Middle East Watch, aparte de Israel, el otro país que utiliza estas tácticas de castigo era el Iraq de Sadam Husein. Hay que añadir que Israel ha demolido miles de casas “ilegales” que l@s palestin@s construyeron porque Israel no les daba los permisos correspondientes. El motivo que hay detrás de la demolición de estas casas según Amnistía, ha sido ampliar la zona para la ocupación de los colonos judios. L@s palestin@s son objetivo simplemente por ser palestin@s. Finalmente, Israel ha destruido
cientos de casas con pretextos de seguridad. Un informe de Human Rights Watch sobre Gaza vislumbra el patrón de la destrucción...sugiere que las fuerzas de seguridad israelíes destruyen casas sistemáticamente, sin ningún miramiento por no haber amenazado con anterioridad. Amnistía también descubre que la destrucción de las casas en Cisjordania y Gaza, no responde a ninguna necesidad militar real, sino que muchos de estos actos de destrucción atentan contra la cuarta Convención de Ginebra y constituyen crímenes de guerra.
Además de la gran magnitud de las violaciones de derechos humanos, la peculiaridad de las políticas israelíes merece mención. “Israel ha creado en los territorios ocupados un régimen de separación basado en la discriminación, implantada por medio de dos sistemas de leyes separados en la misma área y basando los derechos individuales según su nacionalidad”, ha concluido B’tselem. “Este régimen es el único de este tipo en el mundo y es una reminiscencia de desastrosos regímenes del pasado, tales como el régimen del apartheid de Sudáfrica”. Si era defendible llamar la atención de Sudáfrica por medio de un boicot internacional, parecería igualmente defendible resaltar la ocupación de Israel que destacadamente parece un régimen de apartheid.
Aunque un boicot económico puede ser justificado por razones morales, la cuestión es si la diplomacia puede ser más efectiva, empleándola en lugar del boicot. La información recogida en este sentido no es esperanzadora. Los términos básicos para resolver el conflicto entre Israel y Palestina están recogidos en la resolución de las Naciones Unidas 242 y las posteriores que demandan una completa retirada de la Cisjordania y Gaza y el establecimiento de un estado palestino en estas áreas, a cambio del reconocimiento del derecho de Israel de vivir en paz y seguridad con sus vecinos.
Cada año, la aplastante mayoría de los estados miembros de la O.N.U. vota a favor del asentamiento de dos estados y cada año Israel y Estados Unidos(y unas pocas islas del Sur del Pacífico) se oponen. De la misma manera, en Marzo de 2002, los veintidós estados miembros de la Liga Árabe propusieron la solución de los dos estados tan buena como “las relaciones normales con Israel”. Israel ignoró la propuesta.
Israel no sólo ha rechazado tercamente el asentamiento de los dos estados, sino que las políticas que sigue actualmente impedirán cualquier posibilidad viable de un estado palestino. Mientras la atención del mundo se ha fijado en el repliegue de Israel de Gaza, Sara Roy de la Universidad de Harvard, observa que el “Plan de Desconexión de Gaza” es, en el fondo, una instrumento de Israel para continuar la anexión de la tierra de la Cisjordania y la integración física de esta tierra dentro de Israel”. En particular, Israel ha estado construyendo un muro profundo, dentro de la Cisjordania que se anexiona la mayoría de la tierra productiva, los recursos acuíferos, así como Jerusalén Este, el centro de la vida palestina. Romperá de forma efectiva la Cisjordania en dos.
Aunque Israel afirmara inicialmente que estaba construyendo el muro para luchar contra el terrorismo, el consenso entre las organizaciones de derechos humanos es que se trata de tomar tierra para los asentamientos ilegales judíos en Israel. Recientemente el Ministerio de Justicia de Israel ha reconocido francamente que el muro servirá como “la futura frontera del estado de Israel”.
Las actuales políticas del gobierno de Israel conducirán al interminable derramamiento de sangre o a la desintegración de Palestina. “Sigue siendo virtualmente imposible concebir un Estado Palestino sin su capital en Jerusalén”, concluyó recientemente el respetado Grupo de Crisis, y según las políticas israelíes en la Cisjordania “son beligerantes con la posibilidad de la solución de los dos estados y no reforzarán la seguridad de Israel; de hecho, la socavarán, debilitando a los pragmáticos palestinos y sembrando las semillas de la creciente radicalización”.
Recalcando que la Carta de Principios de las Naciones Unidas consideran que es inadmisible la adquisición de territorios por medio de la guerra, la Corte Internacional de Justicia declaró en una reseñable opinión en el 2004 que los asentamientos israelíes en los territorios ocupados y el muro que está siendo construido a su alrededor eran ilegales bajo la ley internacional. Llamaba a Israel a cesar la construcción del muro, desmantelar aquellas partes ya completadas y a compensar a los palestinos por los daños. Decisivamente también llamaba la atención acerca de las responsabilidades de la comunidad internacional:
Todos los estados están bajo la obligación de no reconocer la situación ilegal resultante de la construcción del muro en el territorio ocupado de Palestina, incluyendo en y alrededor de Jerusalén Este. Están también bajo la obligación de no prestar ayuda o asistencia en el mantenimiento de la situación creada por tal construcción. Todos los Estados que respeten la Carta de las Naciones Unidas y la ley internacional deben velar para que no haya impedimentos resultantes de la construcción del muro para el ejercicio del pueblo palestino de su derecho a la autodeterminación.
Una posterior resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, apoyando a la Corte Internacional fue apoyada masivamente. Sin embargo, el gobierno israelí ignora la opinión de la Corte y continúa la rápida construcción del muro, mientras la Corte Suprema de Israel decidió que el muro era legal.
Debido a las tácticas obstruccionistas de los Estados Unidos, las Naciones Unidas no han sido capaces de hacer frente a las prácticas ilegales de Israel. Efectivamente, aun es verdad que la O.N.U. mantiene con Israel un doble rasero, siendo exactamente lo contrario de una defensora de Israel: Israel está menos considerado que otros estados miembros. Un estudio de Marco Weller de la Universidad Cambridge, comparando Israel y los territorios ocupados palestinos con situaciones comparables en Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Timor Oriental, Kuwait ocupado e Irak, y Ruanda encontraba que Israel ha gozado de “inmunidad virtual” de medidas de fuerza, tales como un embargo de armas y económico, sanciones típicamente adoptadas por la O.N.U. contra estados miembros condenados por violaciones idénticas de la ley internacional.
Debido en parte a una agresiva campaña acusando a Europa de un “nuevo anti-semitismo”, la Unión Europea también ha fracasado en la oblligación legal de forzar el cumplimiento de la ley internacional en los territorios ocupados palestinos. Aunque la denuncia de un “nuevo anti-semitismo” no tiene base real(todas las evidencias muestran una reducción del antisemitismo en Europa), la Unión Europea ha reaccionado apaciguando a Israel. Incluso ha suspendido la publicación de un informe propio, porque los autores(como el grupo de crisis y otros muchos) concluyeron que debido a las políticas israelíes las “perspectivas para una solución de dos estados con Jerusalén Este como capital de Palestina se están reduciendo”.
El compromiso moral para impedir la inminente catástrofe debe partir de los estados individuales que están preparados para respetar sus obligaciones con la ley internacional y por hombres y mujeres como personas conscientes. En una valiente iniciativa de Human Rights Watch ha pedido al gobierno de los Estados Unidos reducir significativamente su ayuda financiera a Israel hasta que Israel termina sus políticas ilegales en la Cisjordania.
Un boicot económico parecería ser un razonable y sensato compromiso. Una táctica noviolenta con el objetivo de alcanzar una justa y duradera solución del conflicto entre Israel y Palestina no puede ser llamada antisemita. En efecto, los enemigos reales de Israel son aquellos que rebajan la memoria del sufrimiento judío, al equiparar la oposición por principios a las políticas inmorales e ilegales de Israel con el antisemitismo.