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Refugiad@s versus gasto militar, diez años después de la guerra en los Balcanes.

Las mentiras de la «generosa acogida de España» a la población bosnia.

Las mentiras de la «generosa acogida de España» a la población bosnia.

Elaboración propia de antimiltaristas.org a partir de un dossier de COA.MOC con datos e informaciones de 1992 a 1995.

A mediados de octubre de 1992, A.C.N.U.R. (Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados) califica de insostenible y dramática la situación de la población refugiada y desplazada por la guerra de los Balcanes que cifra en más de dos millones.

José María Mendiluce, por aquel entonces responsable para la Antigua Yugoslavia de dicho organismo, afirma que es urgente la acogida de esa población en Europa y no sólo de quinientas o mil personas. Inicia para ello una patética gira por cancillerías europeas con la pretensión de que los bajos cupos de acogida sean elevados por los gobiernos.

En España consigue del gobierno socialista de Felipe González que un máximo de 1.000 personas sean acogidas en programa de ayuda gubernamental de estancia limitada, y sólo son autorizadas otras 1.500 en un programa conjunto de O.N.G.s.

Este segundo programa es capitalizado política, social, económica y mediáticamente el por MPDL (Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad) convertido, gracias a esa operación, en un poderoso tentáculo del partido socialista en el terreno de la «asistencia social sin fronteras» y en defensor de las actuaciones y teorías del gobierno socialista sobre el conflicto.

También sería aprovechada esa simbiosis de la ONG del PSOE con el gobierno del mismo color para llevar a objetores de conciencia a la zona, en un momento de máxima represión de la insumisión y con la nada oculta intención de «bendecir» la misión militar española también desde la «sociedad civil». La manipulaciión, abusos e ineficacia de esa «prestación sustitutoria del servicio militar» serían denunciadas ante la opinión pública a la vuelta de esa experiencia por sus mismos protagonistas [1] .

Hay en todo esto algo aún más sangrante que la clásica inhibición gubernamental y el interés de una ONG sedienta de protagonismo y subvenciones: incluso más de 8.000 ofrecimientos de particulares a la Cruz Roja Española para la acogida de refugiad@s son rechazados al exceder de los cupos autorizados por los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores. Esta situación retrasará su salida de los campos de concentración donde son retenidos.

Por otro lado, curiosamente, Jose María Mendiluce terminaría ocupando más adelante, durante varios años, un sillón de eurodiputado por el mismo partido que restringió en aquellos trágicos momentos la entrada de población refugiada. Sin embargo, la reflexión sobre el «caso Mendiluce» no debe detenerse en la ¿incoherencia? de su posterior paso por el PSOE o su anterior militancia en la LCR, sino en la frecuencia con que sus «denuncias» in situ formaron parte de un discurso favorable a la intervención MILITAR internacional; más concretamente, de la exhibición de casquería para suscitar una reacción favorable a la intervención militar, y, para rematar la faena, del reparto de calificaciones de «cobardía» o «complicidad con el genocidio» para quienes planteasen otra opción [2].

Si comparamos la «generosidad» española con algún otro país europeo, habría que decir que, en ese momento, por ejemplo, Suecia, con sólo 8 millones de habitantes, y a mucha mayor distancia geográfica y cultural que España de los Balcanes “soporta” una población refugiada de más de 65.000 personas procedentes de aquella zona [3]

El gobierno español argumenta por esas fechas que la diferencia de recursos económicos de ambos apíses no es comparable, y que el esfuerzo presupuestario por parte de España está en su aportación a las fuerzas de la ONU desplegadas en la ex-Yugoslavia (Suecia no participa en el despliegue militar y no hay que olvidar, tampoco, que el gobierno español llevaba cerca de dos años «trabajándose» con éxito un puesto como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, por primera vez en la historia de ese organismo)

Pues bien, sólo un mes después, España se compromete a realizar una inversión de 700.000 millones de pesetas (4.207.084.730 euros) en el Avión de Combate Europeo (que en diciembre de 1992 pasará a denominarse Eurofighter 2000). Y sólo tres años más tarde el compromiso se incrementa hasta más de 856.000 millones, esto es, cerca de 5.145 millones de euros .

Una inversión de ese calibre hubiese permitido acoger durante la década que contempla el proyecto militar a cerca de 90.000 refugiad@s a cargo del erario público.

Desde octubre de 1993, sólo un año después de esa mínima apertura de fronteras (y apaciguadas las conciencias a traves de los medios de comunicación que acuden constatemente al requerimiento del MPDL y de las instituciones para cubrir el seguimiento l@s escas@s refugiadas que van llegando, y cuya percepción numérica a ojos de la opinión pública es así «virtualmente» magnificada), las restricciones para conceder el estatus de refugiada a la población de los Balcanes se extreman, y la mayoría de las ayudas estatales se extinguen.

Ver también:

La vía abandonada: deserción en la guerra de Bosnia.

¿Quién vigila a los pacificadores?


[2Curiosamente, tanta sensibilidad y desprecio de las ¿terceras vías? desaparece en sus memorias cuando habla de otras situaciones de conflicto que conoció en sus años de ACNUR.

[3Por no hablar de los paises colindantes con la ex-Yugoslavia, que llegan a albergar en su conjunto a más de dos millones de refugiad@s y desplazad@s en los momentos más álgidos de la guerra

  • 20 de marzo de 2006 11:46, por marisol

    ¿Cómo hubierais detenido vosotros la masacre que se estaba practicando en la ex-Yugoeslavia?

    Antes de criticar a quien de verdad hizo algo se deben tener argumentos válidos.

    Evidentemente, quien no se moja no pasa el río. La acción mancha a quien se pone a tiro.

    • 20 de marzo de 2006 23:41, por Jesús

      Marisol, dá la sensación de que ni te has molestado en leer el artículo. Cuando lo hayas hecho, rebate con datos algo de lo expuesto y no te limites a echar mano del refranero para defender a los santos de tu devoción.

      • 14 de agosto de 2006 04:06, por piter

        pardillo cuando sepas lo que es estar 6 meses de mision humanitaria,seguro que dejas de poner noticias falsas para ensuciar la imagen de nuestro ejercito.pero claro se esta muy bien en casita tocandote el bolo y criticando a todo el mundo,cambiar el chip que estamos en el siglo 21

        • 14 de agosto de 2006 04:12

          me llamo karin y soy de mostar,mi religion es musulmana y quiero dar las gracias a todos los miembros del ejercito español que durante tanto tiempo nos han ayudado a sueguir adelante sin miedo,a reconstruir nustro pais y un muchas cosas mas que sin su alluda nunca hubiese sido posible.gracias a todos los miliatres españoles y al pueblo español,

          • 13 de febrero de 2007 13:56, por desertor

            Karin, que tú estés agradecido es comprensible, pero el cinismo europeo al emplear medios militares en todo esto, para dar un sentido a sus ejércitos tras la caida del muro de Berlín, en vez de acogeros masivamente en suelo comunitario e impulsar la deserción serbia en la zona en guerra, ha hecho que, diez años después, el panorama en la región sea estremecedor, con los fascistas campando por sus respetos y apoyados por un tercio del electorado en Serbia.

            La intervención militar dió argumentos a los genocidas, que se presentaron ante su población como víctimas de una conspiración mundial contra «la gran Serbia».

            • 2 de septiembre de 2007 03:17, por Josenic

              Menos cuentos con la «generosidad» de los mercenarios (así se llama a los que luchan por pasta) españoles y del resto del mundo, porque iban «a ganar billetes», y menos hipocresía con eso. Otra cosa es que hayan desarrollado una labor positiva, pero ganar el salario base más el triple de ese salario ya me hubiera gustado a mi que si he estado en misiones de cooperación internacional civiles. Ah, y la forma de evitar ese conflicto es no bombardear (por parte de la OTAN) los numerosos acuerdos de paz que estuvieron a punto de firmarse, e impedir que el servicio de inteligencia aleman hubiese fomentado esas guerras desde los años 70, y que los periodistas dejen de mentir y lamer el culo al poder, y digan la verdad, que «a veces» no es antiserbia.

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