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La violación en (de) Haití: los logros de cuatro años de ocupación militar «humanitaria»

La violación en (de) Haití: los logros de cuatro años de ocupación militar «humanitaria»

De anarkismo.net: artículo sobre el cuarto aniversario de la ocupación militar "humanitaria" de Ayití (Haití), que ha representado no solamente una
violación del derecho a la auto-determinación de los ayisien, sino que
además ha significado una aún más literal escalada en las violaciones de
las mujeres de ese país.


En toda situación de conflicto, quienes siempre se llevan la peor parte,
son las mujeres. La utilización de su cuerpo como una extensión del campo
de batalla no es algo nuevo. Siempre los ejércitos conquistadores, desde
tiempos inmemoriales, se han apresurado ha ejercer sus derechos de
"conquista" en la entrepierna femenina. En ella encuentran la manera más
brutal de humillar y quebrar el espíritu de la población conquistada y
mediante esta práctica horrenda logran los conquistadores dar rienda
suelta a su propia bestialidad.

La ocupación "humanitaria" de Ayití no ha escapado a esta constante
histórica. Los cascos azules y los makouts locales se han apresurado a
utilizar la violación como una herramienta más para oprimir y castigar a
una población que ha pecado de intentar muy insistentemente vivir con
independencia de los dictados de las grandes potencias internacionales,
crimen que para una nación del Caribe, es de carácter muy grave. Así, la
violación asume frecuentemente (aunque no siempre) un carácter selectivo,
políticamente motivado. La violación es realizada como un mecanismo de
sometimiento político por parte de los cascos azules y las tropas de
ocupación, de terrorismo de Estado o de terrorismo makout, así como por la
situación de violencia generalizada propia de una ocupación militar, que
instala la ley del más fuerte como parte del imaginario social.

El comportamiento abusivo, en un sentido sexual, de las tropas de la ONU
no es algo novedoso: existen pruebas contundentes de abusos sexuales en
las misiones "humanitarias" en Liberia, el Congo y Timor Leste[1]. Eso es
lo que se ha destapado. Quizás cuánto más hay aún que ver. Lo cierto, es
que desde el comienzo mismo de la ocupación comenzaron a aparecer
denuncias de violaciones y abuso sexual por parte de los makouts, pero
también de los efectivos militares de la MINUSTAH[2]. Soldados jordanos ya
han sido acusados de violación en múltiples ocasiones[3], así como
uniformados paquistaníes[4]. El resultado ha sido siempre el mismo:
impunidad para los perpetradores.

Recientemente, en Noviembre del 2007, la ONU repatrió a más de un centenar
de militares de Sri Lanka por abusos sexuales a mujeres y menores. Para
ser más específicos, a 111 militares de un contingente de 950 tropas de
Sri Lanka[5]. No hay que ser un genio de las matemáticas para darse cuenta
de la gravedad de esta situación: se desprende de esto que a más del 10%
de los uniformados de Sri Lanka se les ha comprobado que han estado
involucrados en abusos sexuales. Si, los mismos militares que han abusado
extensivamente de la población tamil en su propio país... ¿podría
esperarse entonces un súbito cambio en su corazón al desembarcar en
tierras caribeñas?

La respuesta del gobierno fue típica: Préval guardó silencio, no dijo
nada, absolutamente nada. Y al tiempo, apenas una personera de gobierno se
aventuró con una tibia condena. Reacción que llegó demasiado tarde, y que
era demasiado poco para la gravedad de los hechos[6].

Si de por sí las denuncias de violaciones son escasas, lo que es un
fenómeno global, debido, en gran medida, a la estigmatización inherente a
tan abominable crimen, en un país donde la violación va de la mano de la
fuerza que de facto ejerce el poder, es muy esperable que las denuncias de
violaciones no representen más que una ínfima proporción del universo
real. Y las denuncias no han sido pocas. Según el informe de derechos
humanos post-ocupación de Ayití, el famoso informe "Lancet", publicado en
Febrero del 2006, 35.000 mujeres fueron violadas los dos primeros años de
la ocupación; de las cuales, más de la mitad eran menores de edad[7]. Los
principales acusados eran brasileños y jordanos.

Estas cifras nos pueden dar una estimación de la gravedad que tiene esta
situación. De hecho, las prácticas de abuso sexual a menores y de
violación parecieran ser una práctica rutinaria de los cascos azules. Un
reportaje realizado por la BBC, en Noviembre del 2006, reveló que, a
cambio de algunos cuantos dulces y un par de dólares, los cascos azules
podían tener relaciones sexuales con muchachas menores de edad. El
reportaje mencionado descubrió el caso de dos chicas de 11 años que
mantenían relaciones sexuales con los soldados a cambio de algunas
monedas. Otras chicas, ni siquiera recibían nada a cambio: eran
sencillamente violadas. Una muchacha de 14 años relataba su experiencia
con un soldado de Brasil: "Él me jaló de los brazos mientras me sujetaba
las muñecas, empujándolas hacia atrás y así luchamos. Luego, él me violó".
La familia clamó justicia, y los oficiales de la MINUSTAH dijeron que no
había evidencia suficiente y, sencillamente, lo enviaron de vuelta, aún en
servicio, a Brasil. Es que los cascos azules tienen inmunidad y solamente
pueden ser sancionados en su país de origen: lo que se traduce
frecuentemente en que son sencillamente mandados de vuelta y que sus
abusos quedan impunes[8].

Pero en un país con una tradición de organización popular de base tan
arraigada como en Ayití, es muy difícil que las víctimas se conformen en
ese rol: sacando valor y fuerza de lo más hondo de su ser, las víctimas se
organizan y buscan luchar por la dignidad que se les ha querido arrebatar.
De hecho, las víctimas de violación y violencia sexual durante la
dictadura de Cedras (1991-1994), agrupadas en una organización llamada
Komisyon Fanm Viktim pou Viktim (Comisión de Mujeres las Víctimas para la
Víctimas -KOFAVIV), se han dedicado, desde el golpe del 2004, ha apoyar a
las víctimas de la nueva violencia sexual. Víctimas cuya tragedia es de
origen político y social y, por tanto, la reparación a ellas debe pasar
por esos mismos canales.

KOFAVIV organizó, el 1º de Septiembre del 2006, una manifestación contra
la violencia hacia las mujeres, cuya declaración es elocuente:

"Somos víctimas de violación. Grupos armados penetran nuestras viviendas,
nos roban todo cuanto tenemos, nos violan a nosotras y a nuestras hijas,
queman nuestras casas, y nos amenazan (...) Cuando abrimos la boca para
hablar, arriesgamos amenazas o ser asesinadas.

Al reflexionar sobre nuestra situación, podemos decir que somos víctimas
de violaciones porque estamos privadas de derechos sociales y económicos.
Vivimos en las peores viviendas. Carecemos de medios económicos (...)
proteger los derechos de las mujeres no solamente es darles seguridad de
los responsables de abusos, ni la justicia es solamente enviarlos a la
cárcel. Se trata de que se respeten todos nuestros derechos (...) pues
sabemos que la pobreza es la razón que convierte a muchas mujeres en
víctimas. Tenemos un derecho a la educación. Demandamos que el Estado pare
la privatización de las escuelas y construya escuelas públicas para que
las mujeres puedan acceder a la educación. (...) Tenemos derecho al
trabajo. Exigimos que el gobierno genere trabajo para las mujeres, sin
discriminación, trabajos que den mayor poder económico a las mujeres para
que puedan tener autonomía económica. Exigimos que el Estado valore el
trabajo de las mujeres. Las mujeres que trabajan en el sector informal, en
especial las que han enviudado debido a que sus maridos han muerto por
causa de los conflictos políticos, quedando solas con muchos hijos,
necesitan apoyo social. (...) Esto nos permitiría vivir decentemente".

Como es de esperarse, mientras continúa la ocupación y mientras las
condiciones de miseria que reproducen la violencia hacia las mujeres se
mantienen, las mujeres ayisien siguen siendo víctimas de violaciones. Y no
solamente las mujeres, sino que otros sectores vulnerables, como los
niños: recientemente, dos canadienses, supuestamente haciendo trabajo
humanitario con huérfanos, fueron arrestados por cargos de violación[9].

Las mujeres, por tanto, como lo ha demostrado el ejemplo de KOFAVIV, deben
organizarse, a fin de apoyarse, a fin de defenderse, a fin de denunciar.
La situación de violencia a la cual las mujeres de los barrios populares,
de los bidonville, son sometidas, no puede abstraerse de la situación de
violencia generalizada que se vive en Ayití. Mientras la nación ayisien, o
más bien, la clase trabajadora de esta nación, siga siendo violada por
empresas transnacionales que se aprovechan de un modelo económico que
explota y perpetúa desvergonzadamente la miseria de Ayití; por empresarios
locales que se enriquecen a costa de la más sórdida miseria humana; por
una burocracia estatal que lo único que hace es parasitar de una clase
trabajadora famélica y desesperada, que ha debido recurrir a comer barro
para paliar el hambre; por la policía y los makouts, que con su violencia
generan las condiciones idóneas para la explotación absoluta; y por una
ocupación foránea, la MINUSTAH, que oprime y humilla a las masas ayisien;
mientras esa violación constante persista, las mujeres tendrán que
mantener la guardia muy firme, por ellas y por sus hijas. Pues la peor
parte, como siempre, se la llevan los sectores más vulnerables de la
sociedad, o sea, ellas mismas y sus hijos.

Hoy, a cuatro años de la ocupación de Ayití, la lucha por la soberanía de
la sexualidad de las mujeres así como por la auto-determinación ayisien,
siguen siendo la orden del día.

José Antonio Gutiérrez D.

29 de Febrero del 2008


[1] http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/6195830.stm

[2] http://www.haitiaction.net/News/LD/3_10_5/3_10_5.html

[3]
http://www.margueritelaurent.com/campaigns/campaignone/testimonies/jordanrape.html

[4] http://www.peacewomen.org/un/pkwatch/News/05/MINUSTAHpkersaccused.html

[5] http://www.turkishpress.com/news.asp?id=200762

[6] "La indignidad del Servilismo", Henry Boisrolin,
http://www.anarkismo.net/newswire.php?story_id=6889

[7]http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140673606692118/fulltext
http://www.ijdh.org/pdf/Lancet%20Article%208-06.pdf

[8] "Fears over child abuse" Haiti Progrés, 6-12 de diciembre, 2006, p.9.
Originalmente publicado en BBC News, 30 de Noviembre del 2006

http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/6195830.stm

[9]http://www.cyberpresse.ca/article/20080220/CPACTUALITES
http://www.lemonde.fr/web/depeches/0,14-0,39-34396057@7-60,0.html


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  • 22 de marzo de 2008 22:29, por maria virginia

    Es una atrocidad lo que sucede en Haiti. Todo lo hacen los voraces capitales, buscando las riquezas de su suelo. Estoy leyendo Ulises-de James Joise. Cuál fué mi sorpresa, cuando leo EN HAITI VIOLAN Y MATAN POR EL CAUCHO ROJO DE SU SUELO. Eran los ingleses.Mucho adelanto científico desde entonces, mientrasa los cerebros de los hombres retrocede al primitivismo.

    Ver en línea : violación en Haiti

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