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Indra: Líder del negocio antimigratorio por tierra, mar y aire

Domingo.25 de octubre de 2020 418 visitas Sin comentarios
Yoibextigo. #TITRE

Salvador Carnicero / por Causa

Indra es la única española en el ranking de las 100 mayores compañías armamentísticas del mundo. A pesar de no ser una de las empresas más conocidas, su presencia en el día a día de quienes viven en España es constante. Por ejemplo, Indra es la empresa detrás de la web de Renfe y de la aplicación Radar Covid. También gestiona la red móvil del metro de Madrid, y los lectores de pasaportes y otros dispositivos habituales en Barajas, El Prat y otros grandes aeropuertos. En este último ejemplo reside uno de sus negocios más pujantes: es la quinta empresa que más dinero público recibe con contratos del Gobierno en materia de control migratorio, según la investigación de la Fundación por Causa. Su presencia es también constante en las rutas de quienes migran a España sin alternativa segura.

La Industria del Control Migratorio (ICM) es un entramado de empresas (constructoras, aerolíneas, tecnológicas…) que se lucran con las políticas antimigratorias. Indra lidera uno de los sectores más rentables de este mercado: la vigilancia de fronteras, especialmente las marítimas. Su posición privilegiada en este negocio está relacionada con su estrecha relación con las instituciones públicas: el Estado es su principal accionista, y por sus órganos de dirección han desfilado al menos 26 puertas giratorias.

Indra está presente en todo el perímetro fronterizo español: en los sensores en las vallas de Ceuta y Melilla, en la reparación de equipos de patrulleros y buques de la Guardia Civil y de la Armada, y en el sistema de radares que vigilan el Mediterráneo, el Estrecho y el tráfico aéreo. Su negocio antimigratorio estrella está en la vigilancia marítima, en concreto en el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) que gestiona la Guardia Civil. La instalación del SIVE ha costado más de 230 millones de euros entre los años 2002 y 2018.

El SIVE fue desarrollado con subvenciones públicas y después, instalado a través de contratos públicos. Ahora es uno de los productos más vendidos a gobiernos extranjeros, tanto democráticos como autoritarios, desde Rumanía hasta Hong Kong. A través principalmente del Ministerio del Interior, esta herramienta sigue granjeando contratos públicos millonarios a Indra. Los cinco últimos, adjudicados en 2018, superan el millón de euros cada uno, según la base de datos de por Causa.

Siguen aumentando las muertes en el Estrecho

Indra presume de la capacidad tecnológica del SIVE para detectar cualquier objeto de más de un metro de superficie en el Estrecho y parte del Mediterráneo, lo que no explica por qué siguen siendo constantes los naufragios de pateras y embarcaciones similares. También asegura que sus sistemas de vigilancia marítima «salvan vidas», que «de no existir, morirían muchas más personas en el mar» y que «tienen un uso mucho más amplio que el control de la emigración ilegal«.

Según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, desde la puesta en marcha del SIVE la cifra de muertes en el Estrecho ha seguido creciendo, y desde 2015 ha marcado récords anuales, superando las 500 en 2019. Más del 80% del dinero que España invierte en control migratorio está dirigido a vigilar el Estrecho, pero solo es la puerta de entrada de menos del 10% de la inmigración irregular.

Indra es también una de las grandes corporaciones que hacen presión ante las instituciones europeas: ostenta una vicepresidencia en la junta de EOS, el lobby más poderoso de seguridad y defensa en Bruselas. Varios de sus negocios están directamente financiados por la UE, como el sistema de redes Seahorse, que permite la cooperación entre países europeos y africanos clave en materia migratoria, como Marruecos, Mauritania y Senegal.

Con frecuencia, Indra se une a otras grandes del negocio antimigratorio. Junto a Dragados (ACS) y Ferrovial –principalmente– acometieron las obras en las vallas de Ceuta y Melilla. También va de la mano de El Corte Inglés para suministrar “elementos físicos y lógicos” en los pasos fronterizos del puerto de Algeciras y en los aeropuertos españoles.

Además de suministrar servicios electorales, esta tecnológica tiene acceso a una ingente cantidad de información sobre pasajeros por ser la adjudicataria del sistema de identificación Passenger Name Record. Esta herramienta europea, creada en principio para luchar contra el terrorismo, cruza los datos de las redes sociales del pasajero con los de su billete de embarque.

En respuesta a La Marea, la compañía afirma que «el principio de respeto y protección de los Derechos Humanos está integrado en la cultura de Indra” y aporta información sobre su código ético. No detalla qué mecanismos emplea para evitar que sus productos y servicios violen la integridad de quienes migran sin alternativa segura. Tampoco se pronuncia sobre el doble uso de la tecnología que vende a países como Arabia Saudí, donde la violación de los derechos humanos es sistemática, según Amnistía Internacional.

Fuente con enlaces: https://www.yoibextigo.lamarea.com/...

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