Declaración de Mehmet Tarhan en su juicio

Aprovechando la noticia del final de la huelga de hambre, reproducimos la declaración de Mehmet Tarhan en el juicio del mes de Agosto, para ampliar el conocimiento de la experiencia de este activista y la orientación que pueda estar dando al movimiento que está generando a su alrededor. Recuerda a los años de la insumisión en el estado español, cuando los insumisos eran juzgados y declaraban ante las autoridades militares y jueces con la misma contundencia. Esperemos que acabe igual de bien.

Sivas, 4 de Agosto de 2005.

Al declarar mi objeción de conciencia el 27 de Octubre de 2001, afirmé que no participaría en el servicio militar, que no formaría parte de ningún ejército u organización jerárquica similar y que no colaboraría en la difusión de la cultura militarista en la vida social.

Desde esta fecha, especialmente teniendo en cuenta que el frenesí de la guerra ha recorrido el mundo desde el 11 de Septiembre de ese mismo año, me siento más confiado cada día que pasa de que he tomado la decisión correcta. Porque los ataques terroristas y las atroces guerras en marcha en muchos lugares del mundo, incluida la tierra donde vivimos, demuestran que un camino de vida que excluya la violencia es absolutamente la única solución humana.

Desde que los ejércitos son los instrumentos para usar la violencia legítima, son uno de los más importantes obstáculos para un mundo desprovisto de violencia. Es porque los militares deben su existencia, su poder y sostenibilidad a las guerras y a la posibilidad de las guerras. Y los militares son, por naturaleza, instituciones que producen guerras.

Para los militares, no es concebible un estado de paz. Los períodos donde no hay conflicto armado, son solamente intervalos donde intentan universalizar la tiranía que ellos imponen sobre la sociedad, que es, un período de tiempo dedicado a la preparación de la guerra y a la lucha contra la construcción de la paz.

Mientras las clases dirigentes, como aparatos de violencia permiten que los militares difundan la cultura de la obediencia por medio del servicio militar. El individuo que llega a acostumbrarse a recibir órdenes y obedecer sin preguntar, no sólo pierde su independencia sino que llega a ser un enemigo de la idea de independencia. Lo que diferencia a un ser humano de una máquina o de un perro domesticado es que sus actos proceden de su voluntad individual. Por eso, obedecer sin preguntar, está lejos del ser humano, para decir lo menos malo. Esperar la obediencia incondicional de alguien es equivalente a pedirle que abandone su humanidad.

Porque encuentro importante llevar una vida humana y como una precondición indispensable de esto, sentir que todos los humanos deberían llevar una vida humana, declaro una vez más que nunca aceptaré órdenes y nunca daré órdenes. Creo que la discriminación y la violencia son crímenes de humanidad y en nombre de evitar este crimen, estoy decidido a no ser parte de lo militar que es un aparato de violencia basado en la jerarquía que impone tal construcción jerárquica sobre la sociedad, estoy decidido a desobedecer y negarme a transformarme en un máquina asesina entrenada para morir y matar.

Encuentro esto tragicómico y protesto porque este edificio está situado dentro de un cuartel militar, personas que llevan uniforme militar se miran a ellos mismos como si tuvieron el derecho de decidir sobre mi destino de acuerdo con leyes que les obligan a ellos solos. Quiero que la restricción de mi libertad termine inmediatamente.

Para más información y cartas de protesta ver Payday’s website: http://www.refusingtokill.net/Turkey/Releasemehmet.htm
www.wri-irg.org
y en esta misma página.