casco insumissia fusil roto
x
casco insumissia fusil roto

Para ponerse en contacto con nosotr@s envíanos un email a noticias @ antimilitaristas.org.

Manifiesto de la campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar de Alternativa Antimilitarista-Moc.

Ni un euro para la guerra

Ni un euro para la guerra

Asistimos, en el estado español, a un progresivo aumento de la preocupación de muchas personas por diversos asuntos que reclaman la atención pública. Crece la sensibilidad y el activismo por los derechos de los animales, por las distintas identidades nacionales, ante la depreciación de las pensiones, qué decir de la lucha por la igualdad entre sexos...

Sin embargo hay una triste y dolorosa realidad de la que, en estos momentos, no se habla lo suficiente. Nos referimos al crecimiento exponencial del militarismo como elemento vertebrador de las relaciones económicas internacionales y, concretamente, como herramienta de control social en cada estado, incluyendo el nuestro.

En España, oculto tras las bambalinas de otros temas que atraen mayor atención mediática, el militarismo, sin hacer ruido, sigue prosperando, sigue dimensionándose y ocupando cada vez mayores espacios.

Atendiendo en primer lugar a las Fuerzas Armadas, el ejército, podemos constatar que la participación española en la OTAN y en las diferentes coaliciones internacionales que desde ella se implementan para intervenir militarmente en los principales tableros geoestratégicos del planeta, no ha hecho sino crecer y diversificarse. El propio Ministerio de Defensa presume ante los medios de comunicación de que España es el país que tiene tropas ubicadas en más escenarios mundiales: “17 misiones en el exterior con más de 3.000 militares y guardias civiles desplegados en cuatro continentes” se dice en su página web (1). La inmensa mayoría en Próximo Oriente y los países del Norte de África, lugares en los que, como es sabido, se libra una batalla entre grandes potencias económicas por el control de sus recursos. La opacidad más absoluta, en cuanto a su razón de ser y en cuanto a las actividades reales desempeñadas, rodea a estas misiones, de las que solo llegan noticias propagandísticas relacionadas con loas y parabienes de políticos, condecoraciones y felicitaciones navideñas.

Al mismo tiempo, la industria armamentística española, en parte estatal, en parte privada -sin olvidar el importante papel de los bancos como fuente de financiación- sigue aprovechando los escenarios bélicos alimentados por el militarismo occidental como fuente de negocios. Con mayor opacidad si cabe, y repartiendo jugosas comisiones y dividendos entre sus accionistas y colaboradores necesarios. Este año, por citar un ejemplo, activistas anti-guerra han denunciado reiteradamente el embarco de armamento en los puertos de Bilbao y Santander con destino a países como Arabia Saudí y Yemen. Comercio que, más allá de su clara inmoralidad, ni siquiera respeta la legislación internacional al respecto.

Todas estas realidades, no hace falta recordarlo, tienen consecuencias. La población civil bombardeada cuyos cadáveres vemos (o no) en el telediario, las ciudades destruidas, las economías arrasadas, los miles de personas objeto de violencia sexual, el drama de las personas desplazadas y refugiadas que, en algunos casos, vemos afluir a nuestras fronteras (para ser rechazadas en ellas)...

Lejos de poner coto a esta situación, las autoridades que gobiernan el estado español, en actitud seguidista de las pautas que EEUU determina a través de la OTAN, apuestan por un incremento en el esfuerzo bélico y, por ello, en el gasto militar. La propia ministra de Defensa, M.ª Dolores de Cospedal ha afirmado recientemente que España se ha comprometido con la alianza a duplicar su presupuesto militar en siete años, con el objetivo de acercarse al 2% del PIB. Invitamos a comparar con la política económica que se está siguiendo, por ejemplo, en materia de pensiones.

Conscientes de la necesidad de contar con una opinión pública ignorante de estas cuestiones, el gobierno español apuesta por la promoción mediática de las Fuerzas Armadas. Ocultando su verdadero rostro, se trata de transmitir una falsa imagen democrática y socialmente útil de las mismas: campañas publicitarias en medios de comunicación, desfiles, presencia militar en ferias infantiles-juveniles o en centros escolares… Resulta especialmente escandaloso el proyecto hecho público por el Ministerio de Defensa este mismo año (2) para introducir contenidos específicos de adoctrinamiento militarista y patriótico en las aulas de educación primaria.

Eso no es todo. Al hablar de militarismo cabe no olvidarse de la realidad penitenciaria -un universo que el estado no deja de intentar acrecentar aumentando la duración de las condenas de las personas presas e introduciendo sin cesar nuevos tipos penales-, en la que hay que incluir los centros cerrados para menores y los lugares -ilegales e inmorales- de internamiento para personas migrantes. También hay que nombrar el militarismo de corte policial, una esfera que el poder mima como ninguna. Este curso, por ejemplo, asistimos a la aprobación de fuertes incrementos salariales para la Policía Nacional y la Guardia Civil. Pero más significativo es el blindaje legal y judicial con el que se dota de impunidad a sus actuaciones más extremas. Es conocida la llamada ley mordaza, una herramienta que, además de recortar derechos civiles, impide que la ciudadanía pueda defenderse del abuso policial. Menos conocida es la protección del estamento judicial y político, la cual logra que la gran mayoría de denuncias a agentes por malos tratos y tortura queden en nada. Especialmente sangrante es el caso impune de las muertes de quince personas inmigrantes en El Tarajal (Ceuta) bajo las balas de goma de la Guardia Civil. No conviene olvidar que los cuerpos policiales no dejan de ser una forma de militarismo que el poder emplea a conveniencia contra la población civil, como puede comprobarse en la represión a los migrantes en la frontera sur española, o en la actuación en Cataluña el pasado uno de octubre.

Por todas estas razones, que nos parecen de la máxima importancia, es por lo que un año más os convocamos a la participación en la campaña de Objeción Fiscal al Gasto Militar. Con el lema “ni un euro para la guerra” solicitamos la no colaboración con las realidades enunciadas.

Aunque la campaña mantendrá el mismo formato de años anteriores, pudiendo las personas objetoras desviar la parte de su IRPF destinada al militarismo, en la cuantía que deseen y al destino que escojan (incluso repartir su objeción entre varios destinos), desde Alternativa Antimilitarista-Moc os proponemos hacer una Objeción Fiscal al Gasto Militar que desvíe un solo euro.

Las razones que tenemos para formular esta propuesta pasan por tratar de aumentar el número de personas que objetan al gasto militar incrementando así la masa social crítica con el militarismo. Pensamos que objetar un solo euro -cantidad que, a pesar de ser simbólica, permite expresar una crítica nítida a la realidad militar- está al alcance de cualquier persona. Incluso favorece proseguir la campaña de denuncia reclamando las objeciones no aceptadas por la Agencia Tributaria, sin incurrir en riesgos económicos relevantes por posibles recargos de demora y sanciones. Volvemos a insistir en que se trata solo de una propuesta y que siguen siendo igualmente válidas las formas de objetar que se han venido empleando hasta ahora.

Desde Alternativa Antimilitarista-Moc, dada la pequeña cantidad que sugerimos desviar y con el fin de dar unidad política a la campaña, os proponemos como destino colectivo de este año el fondo de la campaña contra el gasto militar que gestiona la propia AA-Moc. El dinero irá destinado a promover la propia Objeción Fiscal, a delatar el Gasto Militar y a tratar de suscitar debate social en relación a los temas enunciados.

Nª de cuenta: ES98 1491 0001 29 2017421021

¡Por una sociedad desmilitarizada!

Alternativa Antimilitarista-Moc

Abril 2018.


Notas

1-http://www.defensa.gob.es/misiones/...

2-http://antimilitaristas.org/spip.ph...

Más información: https://www.nodo50.org/objecionfiscal/

  • 29 de abril de 2018 12:52, por Miguel Estaña

    Hay que darle otra utilidad a todos los EJÉRCITOS del planeta junto y es la que mostramos en nuestro blog :
    ong-tbc.blogspot.com
    Para que se difumine por todos los colegios del mundo.
    Desde Maella-ZARAGOZA-ESPAÑA
    Un saludo cordial.
    Os paso tambien un bideo explicando lo de la ONG TBC POR LA PAZ UNIVERSAL.
    https://www.youtube.com/watch?v=5AC...

Alternativa Antimilitarista - Moc
Administración RSS