FUENTE: abc digital
El pasado 28 de Abril, los presidentes de Paraguay y de Perú, señores Lugo y Morales, realizaron una solemne declaración de renuncia al militarismo y al intervencionismo para dirimir conflictos.
Lo hicieron con motivo de la entrega en Buenos Aires de la Memoria de la Comisión Mixta demarcadora de límites entre ambos estados y en recuerdo de la terrible guerra del Chaco de principios del Siglo XX.
Los mandatarios recordaron que esa guerra fue inducida por multinacionales de otros países por apetencias de petroleo y otras materias primas que se suponía se encontraban en el subsuelo del Chaco.
Por nuestra parte queremos recordar ahora la campaña que, en aquella guerra, iniciaron antimilitaristas y centrales sindicales de uno y otro país en contra de la guerra y llamando a la deserción de los trabajadores de la misma, por entender que era una guerra por intereses del capital y contra los trabajadores donde los ricos interponían a los pobres para matarse por los intereses del capital. Esta lucha se conoció como lucha de los antiguerreros, y aún cuando consiguieron infiltrarse en el frente y promover la desobediencia, fueron duramente represalidados por el horror militarista de los ejérictos de uno y otro lado.
Ahora, aunque tarde, se reconoce que ellos tenían la razón. Es el momento también de recuperar mejor su recuerdo y su historia ejemplar.