Afganos ven a las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN como invasoras
En Herat, al occidente de Afganistán, y en otros lugares, se presentaron protestas por la operación de la OTAN en Azizabad. En el exterior también. Foto: Efe
Fue presentada inicialmente como una exitosa operación militar de la OTAN en Afganistán en la que habían sido dados de baja 30 talibanes -entre ellos uno de los jefes o mullahs más buscados del país-, pero con el paso de los días una versión diferente ha hecho carrera. Según el gobierno afgano, en el operativo habrían muerto 70 civiles, en su mayoría mujeres y niños, una situación que ha alterado aún más el clima de tensión de un país que completa siete años de guerra en octubre.
Los hechos sucedieron el pasado viernes 22 en Azizabad, un pequeño poblado del sur, donde al parecer opera el grueso de la organización Al Qaeda y de sus aliados talibanes, razón por la cual es el foco de la ofensiva de la coalición que lidera Estados Unidos. Pero la forma como ocurrieron no está plenamente establecida. Existen reportes contradictorios y aunque Estados Unidos insistió en la versión original, la fuerte reacción del presidente Hamid Karzai que acusó a Estados Unidos y a la OTAN de actuar en forma bárbara e irresponsable, obligó a Washington a anunciar la apertura de una investigación formal.
«La gente inocente de este país se está convirtiendo en víctima de operaciones descuidadas de la OTAN y de las fuerzas internacionales -dijo un irritado Karzai tras advertir que pronto tomará medidas para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a repetirse-. Les agradecemos la ayuda pero eso no quiere decir que la vida de los afganos no tiene valor. La vida de los afganos no es barata y no debe ser tratada como tal». Una reacción muy fuerte de quien es considerado el más sólido aliado de Washington en este conflicto.
La ira de Karzai tiene razones. El lunes, en un bombardeo de la OTAN en Paktiks, al este del país, murieron nueve niños. Estados Unidos sostiene que el operativo, también está bajo investigación, fue contra un centro de entrenamiento de Al Qaeda y que los niños, forzados a permanecer dentro de la vivienda, fueron usados como escudos.
En aumento
Incidentes de este tipo se vienen repitiendo este año cada vez con más frecuencia. Según Hecho, una asociación de ONG que distribuye ayuda humanitaria, desde enero hasta hoy han muerto casi 300 civiles como consecuencia de operaciones militares en las que se cometió algún error.
El aumento del número de víctimas civiles es en parte consecuencia del recrudecimiento del conflicto, pues desde mediados del año pasado los talibanes vienen golpeando con fuerza a las tropas de la coalición, que han respondido con más ataques y bombardeos aéreos. Los expertos no descartan la complicidad de Pakistán, el vecino del sur, donde los talibanes y Al Qaeda se refugian sin que el gobierno de ese país haga mucho por impedirlo.
Según un informe del Pentágono, los talibanes y Al Qaeda se han reagrupado en el sur y en el oriente del país, y la estrategia es atacar todo lo que beneficia a la población. Están recibiendo apoyo de guerrilleros chechenos, turcos, uzbecos y árabes, que son entrenados para hacer emboscadas y atentados suicidas. La semana pasada, por ejemplo, un contingente de más de 100 milicianos atacó a una patrulla francesa, lo que dejó un saldo de 10 soldados muertos.
Estadísticas recientes indican que este año será el más costoso para la coalición en términos de vidas humanas perdidas. Hasta el momento van 188 soldados muertos y el cálculo es que en diciembre la cifra superará la de 2007, el año más letal desde cuando comenzó la guerra en 2001. Por ejemplo, en junio murieron más estadounidenses en Afganistán que en Irak. En total, las tropas americanas ya contabilizan 508 muertos, aun muy por debajo de los que ha dejado el conflicto en Bagdad -4.000 hasta la fecha- pero que viene creciendo a pasos agigantados.
Tan grave es la situación, que según un reciente informe de Anthony Cordesman, del Centro para Estudios Estratégicos Internacionales, a juzgar por como están las cosas, «los Estados Unidos están perdiendo la guerra en Afganistán». David McKiernan, general encargado de las tropas estadounidenses en ese país, ha pedido a la Casa Blanca enviar tres brigadas más, mientras Washington ha pedido a la OTAN que aumente el pie de fuerza que hoy llega a 50.000 efectivos.
Afganos ven a las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN como invasoras
El problema es que la reacción de Estados Unidos y la OTAN a la nueva ofensiva talibán -que ha dejado decenas de civiles muertos- le está restando apoyo popular a las fuerzas internacionales que son vistas cada vez más como fuerzas de invasión. Sima Samar, presidente de la Comisión para los Derechos Humanos de Afganistán, sostiene que si la OTAN no actúa con más cuidado, arriesga perder la confianza de la gente, lo que hará mucho más difícil la pacificación del país.
A esto se suma la protesta de varios sectores políticos que ponen contra las cuerdas al presidente Karzai. «Están bombardeando pueblos enteros solo porque sospechan que hay talibanes -sostiene Ahmad Shah Ahmadzai, presidente del Takbeer, uno de los partidos más fuertes-. Matan a 20 por dar de baja a un talibán y luego dicen que lo sienten mucho. Por eso la gente está perdiendo la confianza en el gobierno y en sus aliados internacionales».
Que la confianza está en baja, no cabe duda. Una encuesta reciente hecha en Kabul indica que más del 60 por ciento de la población quiere que la OTAN salga del país. Una situación muy parecida a lo que sucedió en Irak. Y ya el mundo sabe lo que ocurre cuando los ciudadanos ven en el ocupante al enemigo y no al libertador.