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Por Fred Schlomka

Hacia una Tercera Intifada

Hacia una Tercera Intifada

KFAR SABA, ISRAEL - Además de cimentar relaciones entre el nuevo primer ministro Israelí y el Presidente Bush, la visita ritual de Ehud Olmert a la Casa Blanca fue poco más que una oportunidad de salir en la foto.

Mientras que el Sr. Bush parece entender que las negociaciones son un pre-requisito para cualquier nuevo trazado exitoso de las fronteras de Israel, también describió las ideas unilaterales del Sr. Olmert, como “atrevidas”. Del mismo modo que apoya el plan de “convergencia” Israelí en Cisjordania, el Sr. Bush también está fomentando la legislación que intenta aislar el gobierno Palestino liderado por Hamas con sanciones y a empobrecer aún más al pueblo.

Al mismo tiempo, los Israelíes continúan engrosando los bloques de asentamiento judíos para la partición de Cisjordania. Las construcciones en curso de los asentamientos, la terminación de la “verja de seguridad” y el nuevo trazado de las fronteras del país no son un movimiento hacia una paz justa o el establecimiento de un Estado Palestino viable sino un intento de separar a los Israelíes de la mayoría de población Palestina.

El término Hebreo “hafrada” que significa “separación” o “apartheid”, ha entrado en el léxico general en Israel y ha determinado buena parte de las políticas gubernamentales desde que el proceso de Oslo comenzó en 1993.

Las restricciones siempre en aumento sobre el movimiento y empleo en Palestina durante los años 90, combinadas con la expansión de los asentamientos que dobló el número de colonos Judíos, prepararon el marco para la erupción de la segunda “intifada” o levantamiento en el año 2000.

El empleo Palestino también cayó en picado durante mediados de los 90 cuando Israel inició la política de reemplazar a los Palestinos por trabajadores emigrantes de África y Asia. Esos trabajadores representan ahora aproximadamente el 5% de la población Israelí y han eliminado prácticamente la necesidad de mano de obra Palestina a bajo precio. La dureza económica resultante, combinada con las incursiones militares, un laberinto Orweliano de permisos, bloqueos de caminos y carreteras solo para los Judíos, ha paralizado a la sociedad Palestina y han convertido en una burla los acuerdos de Oslo.

Hafrada desde entonces ha entrado en un Nuevo estadio de desarrollo. Al utilizar los actos de terror Palestinos como justificación, los sucesivos gobiernos Israelíes han incrementado las restricciones sobre los Palestinos y han construido la valla de seguridad, segando una amplia parte de Cisjordania y anexionando “de facto” decenas de miles de acres de tierra agrícola de primera e importantes acuíferos, además de los bloques de asentamientos.

Entonces el año pasado llegó la retirada unilateral de Gaza, que ha dejado el territorio como el enclave más empobrecido del Mediterráneo oriental. No contenta con la retirada y con el apoyo de los EE.UU., Israel ha separado el área del mundo exterior con un bloqueo marítimo, sin acceso aéreo y una frontera con Egipto sujeta a un continuo control Israelí. Así la “retirada” de Gaza únicamente ha servido para separar la población prisionera de sus guardas Israelíes, al tiempo que ha aumentado su aislamiento.

El rechazo de la administración Bush y del Sr. Olmert a establecer plenos contactos con la Autoridad Palestina únicamente es una continuación de la política de los EEUU y de la Israelí. Nos han estado diciendo durante años que no hay interlocutor para mantener conversaciones de paz, y como resultado, no se han llevado a cabo negociaciones serias desde los encuentros de Camp David y Sharm el-Sheik entre el líder Palestino Yasser Arafat y el Primer Ministro Israelí Ehud Barak en el año 2000.
La actual Autoridad Palestina controlada por Hamas proporciona un pretexto conveniente a Israel para continuar su política de los últimos cinco años de no negociar y de llevar a cabo acciones unilaterales.

Mientras Israel y los Estados Unidos aprietan el núcleo del control, la rabia Palestina puede surgir de nuevo. Una vez que las nuevas fuerzas de seguridad de Hamas hayan sorteado sus diferencias con la policía controlada por Fatah, podrían revolverse una vez más contra su enemigo común. Hamas podría cancelar su tregua de 15 meses.

La reciente exhibición de fuerza del ejército Israelí junto con el arresto del oficial de Hamas Ibraham Hamed en la ciudad Cisjordana de Ramallah solo añade leña al fuego y demuestra que el Sr. Olmert ha aprendido poco de la experiencia de sus predecesores.

Estas incursiones militares y continuas medidas represivas solo servirán para avivar el fuego y promover el próximo levantamiento. Los Israelíes quieren paz y tranquilidad y están menos interesados en paz con justicia. Desgraciadamente, las tácticas que está llevando a cabo su gobierno no les reportará ni la una ni la otra.

Sin esperanzas de una paz real en el horizonte, la mayoría de Palestinos están volviéndose hacia su interior, buscando caminos siempre difíciles de encontrar para mantener a sus familias intactas y poder poner comida sobre su mesa. Pero que nadie se equivoque: Mientras las condiciones para los Palestinos continúen siendo adversas e Israel siga adelante partiendo Cisjordania, son inevitables más revueltas por parte de la población acorralada.
Los Israelíes también se están volviendo hacia su interior, pero la tercera intifada podría ser inminente como un tsunami que se acerca, y la ignorancia de su llegada se hace eco en las antesalas de las intifadas de 1987 y 2000.

(Traducción del inglés: AMM, ISM Catalunya, Barcelona, 31.5.2006)

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