Artículo original
Jaime Iribarren Iriarte
Gara
«Yo también soy Pepe Rei», decíamos hace unos años cuando pretendían condenar al periodista. Antes y ahora nos ha tocado decir que somos muchas personas. En esta ocasión quiero hacer hincapié en denunciar la situación del abogado laboralista de Iruñea Pepe Uruñuela, aunque no sea más injusta que la de la mayoría del resto de imputados en el famoso 18/98, entre los que me encuentro yo mismo.
Pepe no es ni ha sido miembro de la izquierda abertzale y a pesar de ello se va a tener que sentar en el banquillo de los acusados el próximo día 21. Este para algunos sorprendente hecho, tratándose de una persona que supuestamente ha sido investigada por la Policía y la judicatura, refleja con más nitidez todavía si cabe, el rigor jurídico con el que se han desarrollado las operaciones represivas y apertura de sumarios contra la propia izquierda abertzale. El hecho objetivo y constatable de que haya algún caso como el del señor Uruñuela es la mejor prueba que podemos presentar el resto para desmantelar el auténtico montaje en el que involuntariamente nos vemos envueltos centenares de independentistas y personas de izquierdas en este país. Así funciona la Audiencia Nacional cuando se trata de procesar y juzgar a un ciudadano o ciudadana vasca. Son capaces de acusar de pertenecer a ETA incluso a quien es público y notorio que ni siquiera pertenece al espectro ideológico de la izquierda abertzale. Si son capaces de tener la desfachatez de llevar a personas como Pepe Uruñuela a esta situación, que no serán capaces de hacer con los que reconocemos abiertamente nuestra militancia independentista. Dicho de otro modo, si no han sido garantistas con este señor, ¿alguno piensa de verdad a estas alturas que lo han sido y serán con el resto?
Quede claro por tanto que Pepe Uruñuela no pertenece a la izquierda abertzale y supongo que menos aún a la organización ETA. Del mismo modo reivindico la militancia mía propia y la de la mayoría de los acusados en la izquierda abertzale dejando bien claro que eso de ninguna manera quiere decir que pertenezcamos a ETA. De hecho, yo claramente digo que, al igual que Pepe Uruñuela, tampoco soy de ETA. Y me parece interesante aclarar este término porque alguno puede caer en la grave y peligrosa tentación de utilizarnos a algunos para defender a otros y eso únicamente provocaría una injusta y desequilibrada defensa que no sé si ayuda a personas como Uruñuela, pero que indudablemente tengo claro que perjudica y mucho a personas como yo. Parece conveniente recordar a más de uno que el único delito que hemos cometido es defender un proyecto político independentista y socialista para nuestro pueblo, Euskal Herria. En algún caso quizás, aunque esto también sea discutible, podremos hablar de «error judicial». Pero en el de la mayoría de los imputados e imputadas se trata de juzgar nuestra legítima y pública actividad política, social, periodística, empresarial y/o laboral, sin otro argumento que la interesada idea prefabricada de que todo es ETA.
Postdata: Los militantes de la izquierda abertzale defendemos un proyecto político basado en la justicia social, trabajamos por supe- rar las diferencias entre los seres humanos apostando claramente por la defensa de los más desfa- vorecidos, estamos comprometidos y participamos activamente en la lucha obrera, luchamos por una Euskal Herria antimilitarista, algunos hemos pagado cárcel por ser insumisos al Ejército, etc, etc...
No pretendo exclusividad. Soy consciente de que hay mucha otra gente que sin pertenecer a nuestro entorno político también lucha por estos mismos valores. Eso sí, pido un poco de respeto. Es injusto y parcial presentar como antagónico el pertenecer a la izquierda abertzale y defender determinados valores políticos y sociales.
* Jaime Iribarren Iriarte - Imputado en el sumario 18/98