casco insumissia fusil roto
x
casco insumissia fusil roto

Para ponerse en contacto con nosotr@s envíanos un email a noticias @ antimilitaristas.org.

Antimilitaristas

¡A mí la legión!

¡A mí la legión!

Canarias Ahora, Rafael Morales

Ellos pretenden sobrevivir al hambre o escapar de las guerras. ¡Vaya delito! Exponen su vida en el intento y muchos la pierden, como hemos tenido la oportunidad de contemplar otra vez. En Ceuta, en Melilla y en Canarias. El Gobierno responde a la crisis “coyuntural”, según la vicepresidenta, ordenando una mejoría en los sistemas de acogida de inmigrantes en el Norte de África (eso está bien) pero además aumentando el tamaño de los muros y enviando legionarios, torpe operación que recuerda el símbolo de lo peor del pasado colonial español. La derecha aprovecha la oportunidad que ofrece este desacierto del Gobierno e infla el globo.

Por ejemplo. Ya no cuentan por centenares los desesperados subsaharianos que intentaron el asalto de la cristiana España en los enclaves de Ceuta y Melilla, sino una verdadera "marcha negra”. Vayan haciendo las cuentas. En la famosa “marcha verde” marroquí participaron cientos de miles, así que en la “marcha negra” ¿se espera más o menos la misma cantidad? Estas exageraciones, en general interesadas, provocan varios efectos perversos en la opinión pública. Los ciudadanos se preocupan ante la temible marcha que supuestamente amenaza y esperan protección de su ejército, que para algo está. Los mismos ciudadanos tienden a no caer en la cuenta de que los derechos de los inmigrantes son inviolables y también requieren protección. Porque tanto sus derechos como los nuestros son universales.

Por eso Amnistía Internacional solicita una investigación independiente sobre los muertos de bala; SOS Racismo señala que enviar al ejército es el colmo de la desigualdad y la injusticia; ACNUR advierte a España y a Marruecos sobre el respeto a los derechos inalienables de los refugiados; CEAR denuncia que devolver (a nadie sabe qué lugar) sin investigación a personas solicitantes de asilo vulnera la Constitución española. Resumiendo, y como han escrito los profesores Agustín Velloso y Juan Manuel Lacruz, “negamos rotundamente que el llamado problema de la inmigración y la política de seguridad antiterrorista de los ricos sean más importante que los derechos humanos de los pobres”.

En nombre de la globalización, Occidente planteó a África que la soberanía nacional y las fronteras no debían constituir un obstáculo para la libre circulación de mercancías y capitales, clave del futuro progreso que jamás asomó por el continente negro. Ahora sabemos que todo era un cuento y que el espléndido futuro aparece ante nuestros ojos como una terrible pesadilla cotidiana: expolio de sus recursos, enfermedades y miserias para la mayoría de sus habitantes. Una mínima parte de ellos son los que tocan a nuestras puertas, detrás de las cuales existe un relativo bienestar en parte construido, no lo olvidemos, a costa suya. En parte le debemos esa riqueza. Si hay libre circulación para las mercancías y los capitales, ¿cómo es posible que los seres humanos no dispongan de esa misma posibilidad, sin cortapisas, la de desplazarse hacia allí donde puedan encontrar trabajo? ¿Por qué no se permite la libre circulación de la mano de obra, en una palabra su globalización? ¿No era tan sabio el mercado que todo lo regulaba con su mano invisible? Reconozco que solicitar coherencia parece un esfuerzo inútil, pero al menos denuncio la doble moral del sistema. Lo dicho. La Legión tiene que ahorrarle al Norte de África su provocadora presencia, los inmigrantes requieren el respeto a sus derechos y todos debemos mostrar nuestra solidaridad con ellos.

P.D.- El maltrato que reciben los inmigrantes subsaharianos en Marruecos merece comentario aparte. Perseguir con perros amaestrados, disparar como si fueran conejos o colocar al inmigrante en el desierto argelino llama a gritos la actuación del Tribunal Penal Internacional. Rabat condena a los inmigrantes a una muerte anunciada. Nadie debe extrañarse porque un subsahariano declare que prefiere morir en aguas del Estrecho a caer en manos de la policía marroquí. Tampoco parece raro que Rabat esté manipulando la crisis de la “marcha negra” para sacar ventajas en sus relaciones con España. Lo consigue con frecuencia. Pregunten a Moratinos, por ejemplo, sobre los presos políticos saharauis. Cerrará la boca para no molestar a su majestad Mohamed VI.

Alternativa Antimilitarista - Moc
Administración RSS