casco insumissia fusil roto
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casco insumissia fusil roto

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Carrie Kelley, desde la batcueva

Torrente 3 en Valladolid (el Valladolid profundo ataca de nuevo)

Torrente 3 en Valladolid (el Valladolid profundo ataca de nuevo)

En la madrugada del domingo al lunes 5 de septiembre de 2005, tuvo lugar en
Valladolid una extremadamente violenta intervención de la policía
municipal en la zona de Cantarranas, zona donde busca diversión
noctambula la juventud «alternativa» de la ciudad. Esta circunstancia
ha convertido a la zona en objetivo constante de la policía municipal,
que bajo la estrategia de «no dejar pasar una», aplica sanciones e
intimidaciones constantes a quienes allí se reúnen, intentando
convertirles en una lucrativa fuente de ingresos para el ayuntamiento
vía multas. Una nueva serie de tales abusos derivó en los hechos
aludidos al principio, de los que resultan crónica elocuente los
siguientes testimonios.

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TORRENTE 3 EN VALLADOLID (...) En el tercer día de las fiestas de
Nuestra Señora de San Lorenzo, con apenas cinco horas de sueño en mi
cuerpo y cientos de ’cachis’ servidos, me encontraba trabajando en el
bar... (zona Cantarranas), cuando a eso de la 1.00 de la madrugada sentí
cierto estruendo, carreras y sirenas de policía en la calle.

Supuse que era algún festejo organizado para el divertimiento de los
pucelanos. Cuál fue mi sorpresa, cuando salí del bar y me vi inmerso en
el rodaje de ’Torrente tres’. Decenas de policías, debidamente
’indumentados’ y maquillados para el rodaje, acordonaban la zona de
Cantarranas y ejercían sobre las personas un peculiar toque de queda :
«Por esta calle no se puede entrar, aunque haya bares abiertos», dijo el
actor agente. Pero para mí ya no era una comedia, sino un drama. Era mi
novia que venía a verme (después de 10 horas trabajando en una caseta de
la Feria de Día) y uno, que por ser de izquierdas es un romántico, tuvo
que pedir permiso al policía para poder darle un beso (dentro de mi
cordón policial), pues a ella no la dejaron pasar.

Y me pregunto: ¿quién escribiría el guión de esta película? De todas
maneras, enhorabuena a los agentes por realizar tan bien su trabajo y
disimular que estaba preparado. Deseo pedirles, eso sí, el importe de mi
día ’no’ trabajado, pues quiero irme con mi novia de vacaciones; porque,
como ya he dicho, uno, por ser de izquierdas, es un romántico.

===

Otro testimonio: Con referencia a lo sucedido ayer en Cantarranas he de
decir que yo trabajo en un bar de la plaza y presencie lo siguiente:
había medio centenar de personas, cuando un joven, de unos 30 años,
rompió una de las maderas que sujetan los arboles y empezó a montar
escandalo. Al rato llegaron dos coches de policía, mientras otro
esperaba en una de las calles de acceso.

En ese momento, tres motos entraron y aparcaron. Un agente se bajo del
coche para decirles que no podían aparcar ahí y se volvió a subir al
coche patrulla. Mientras, el joven que había arrancado la madera les
increpaba e insultaba, pero en ningún momento se acercaron a él. Cuando
se disponían a salir por Macías Picavea, uno de los coches patrulla
pilló con la rueda el pie de un chico; sin embargo, los policías no se
bajaron a atenderle.

Es en ese momento cuando la gente que se encontraba allí empieza a
quejarse, a tirar vasos y botellas de plástico y a gritar, «fuera,
fuera» y, «a por ellos». A partir de ahí no presencie el resto de
acontecimientos, pero he de decir que los bares de la zona tuvieron que
cerrar a causa del cerco policial, que impedía el paso a todo el mundo.
Después de lo relatado pregunto: ¿se necesitan tres coches de policía
para detener a un solo alborotador? Si la policía fue por una llamada
referente a ese alborotador, ¿por qué no le detuvo? ¿Quién compensará a
los bares de la zona por las perdidas?

===

«El Norte de Castilla», edición impresa. L.D.M. «Bajábamos de tomar algo
de San Miguel cuando vimos a la Policía en la entrada de Macías Picavea.
Había chavales sentados jugando con un ’frisbee’ (disco), cuando cayó a
los pies de un agente, pidieron que se lo devolvieran pero el policía le
dio una patada hacia atrás. De repente se rompió una botella de cristal
y empezaron a cargar». L.D.M. se llevó dos porrazos, uno en la nuca y
otro en el costado, durante la segunda carga «sin tener nada que ver». A
su juicio, los policías «se cebaron en la intervención, fue
desproporcionada». «Tiraban pelotas de goma a bulto y sin conocimiento,
para hacer daño», relata este joven que recibió los golpes «por la
espalda» en Rúa Oscura cuando abandonaba la zona junto a su novia. «Si
en vez de quedarse allí, la Policía se va, no hubiese ocurrido nada,
estaban provocando », añade este ex militar (...) «A un chico que
bajaba por Guadamacileros le dieron un pelotazo de goma en un ojo y a
unas chiquitas que se habían refugiado en un portal y que estaban
muertas de miedo por los disparos de fogueo también les dieron bien»,
relata este joven, quien desistió de poner una denuncia contra la
Policía Nacional tras pasar cinco horas de espera en la Comisaría de
Delicias [antiguo colegio público reconvertido a estos menesteres].
«Oímos que los padres de los [8] menores detenidos la iban a poner»,
recuerda.

===

Antecedentes. La realidad de acoso a la juventud noctambula de
Cantarranas ya desencadenó el año pasado una notable respuesta autónoma,
de la que se recogió una crónica en el boletín Mata el miedo
(http://www.nodo50.org/la_revuelta/f...): La noche
del pasado jueves 9 de septiembre, 200 personas partieron de la pza.
Cantarranas, cortando algunas de las calles más céntricas de la ciudad.
La concentración reunió a unas 200 personas en la pza. Cantarranas, que
a eso de las 23’30 h realizaron recorrido cortando algunas de las
calles más céntricas de la ciudad tras la pancarta en la que se leía:
CONTRA EL EXTERMINIO INSTITUCIONAL, RECUPEREMOS LAS CALLES.

Durante el recorrido se cantaron cosas como «ni multas ni cacheos», "no
más represión«, mucha policía , poca diversión», "si esto no se arregla
guerra guerra guerra«y» guerra social", entre otras. La policía no
apareció, seguramente para no provocar unos disturbios que podían haber
empañado la celebración de las fiestas. Al final del recorrido se leyó
un comunicado contra la represión y se colgaron pancartas contra el
acoso policial. Durante toda la noche la gente disfrutó de la plaza sin
esos elementos indeseables llamados policías".

Según se recordaba en esa crónica, durante las fiestas de 2004 "la
policía municipal tramitó 306 denuncias por quebrantamiento de la
«ordenanza antivandalismo» y 236 denuncias por consumo tenencia de droga
en la vía pública".

Esta realidad ha continuado durante este año. Las fuerzas reaccionarias
nunca descansan, y por eso gentes del Partido Comunista del Pueblo
Castellano y sus aliados del Colectivo de Jóvenes Comunistas decidieron
realizar una especie de acción directa en agosto de 2005 denunciado la
situación (http://www.lahaine.org/articulo.php...): "Los
CJC realizamos varios cartelones denunciando el continuo acoso policial
que sufrimos aquell=s jóvenes que decidimos visitar la zona de bares de
Cantarranas, lugar que, al parecer, ha elegido la policía secreta para
aplicar sus represivas leyes (Ordenanza Antisocial) a l=s jóvenes, que
sin meterse con nadie, pasan los fines de semana sentados en la plaza
tomando unos cachis con l=s amig=s.

Es curioso que sea justamente en esta zona, lugar de paso de la juventud
de izquierdas, donde la policía secreta actúa, de forma cobarde y a sus
anchas con el doble objetivo de: reprimir a l=s jóvenes y recaudar
impuestos a costa de su tiempo de ocio. Este no es un suceso aislado,
pues ya por estas mismas fechas, el año pasado, la zona de Cantarranas
se convirtió en un hervidero de secretas... Los CJC también tenemos un
objetivo y creemos que es bien justo: sacar la policía secreta de la
zona de Cantarranas y acabar de esta forma con los continuos cacheos y
multas.

Con esta acción, los CJC, pretendíamos: • Denunciar el constante acoso
policial y poner de manifiesto sus fines represivos. • Informar a los
jóvenes de la presencia de estos “valientes agentes” en la zona, con el
fin de evitar mas sucesos como los que se vienen repitiendo cada fin de
semana.

Cuando los dos camaradas se encontraban pegando uno de los cartelones,
unos policías municipales aparecieron para ejercer su labor represiva,
acompañados segundos después por un despliegue policial totalmente
desproporcionado, alrededor de 3 coches y 7 motos se dirigieron a la
Plaza , seguramente alertados por algún/a vecino/a que ahora tendrá la
conciencia bien tranquila por haber evitado que l=s jóvenes de esta
ciudad nos expresemos libremente.

Mientras unos se disponían a identificarnos otros se dedicaron a retirar
los carteles y todavía quedaba alguno para darnos “consejos” acerca de
cómo debíamos de expresar nuestra disconformidad con ciertas actuaciones
o leyes, advirtiéndonos que “estando fuera del sistema” solo
encontraríamos problemas y que por tanto debemos integrarnos en el
mismo.

Cabe añadir, que el resto de cartelones que se habían pegado en lugares
supuestamente “permitidos”, donde diariamente se pegan carteles de todo
tipo, también fueron arrancados, con lo que podemos concluir, como
moraleja para los más incrédulos, que en realidad no existen “lugares
permitidos” para las organizaciones políticas más combativas y que por
tanto la labor de la policía está destinada a la represión política y no
a conservar los muros intactos como pretenden hacernos creer. No les
molesta que se pegue en una pared “no permitida”, les molesta las
consignas, el contenido político.

Son cada vez menos los espacios de los que podemos disponer los jóvenes
¡No dejemos que desaparezcan sin mover un dedo! Por último, los CJC,
llamamos a la solidaridad con los compañer=s multados y a la
desobediencia frente a la represión policial."

***

En fin, cómo se ve por los testimonios iniciales, la policía que invade
Cantarranas no ha sido ya secreta, sino expresa, y las fiestas este año
no han dado motivos para evitar los disturbios, lo que hace suponer
intensas reflexiones por parte de quién está detras de los mismos.
Confiando en que a nadie nos falte reflexión intensa, ahora nos toca
esperar a la manifestación del viernes 9 de Septiembre a las 21 horas
para protestar contra la carga policial.

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