Celebrado de forma intensiva, y en el más riguroso de los secretos, a lo largo de toda una quincena, en los salones madrileños de la sede de San Cosme y San Damián, Alternativa Antimilitarista-MOC acaba de concluir su cuarto y definitivo Congreso Nacional.
Apenas cabían en los salones los más de setecientos delegados enviados de todas partes de nuestra España (se acabó la memez snob esa de poner siempre “el estado español”) por los grupos autónomos que conforman este movimiento antimilitarista. De hecho algunos de los delegados hubieron de conformarse con seguir los debates desde la pantalla gigante que en el anexo salón de actos tiene instalada el Grupo Revolucionario Octubre para poder ver los partidos del Atlético de Madrid (ahora entendemos porqué siempre está cerrada con llave la puerta), y que fue generosamente prestada para la ocasión.
Después de valorar la trayectoria de estos años tras el malogrado Tercer Congreso (con ayuda de las más de 1.000 ponencias presentadas) y comprobar como AA-MOC progresivamente ha entrado en una espiral de pérdida de influencia en la sociedad, de deriva machirula, de progresivo empayasamiento y de olvido mediático evidente, se decidió -eso sí, por consenso unánime- dar un fuerte giro a la cosa.
Como resumen de los ingentes acuerdos plasmados en la nueva declaración ideológica (nada menos que 500 folios por las dos caras) citaremos estas primicias:
La Noviolencia se envía al cubo de la basura, y a partir de ahora el Movimiento opta por la Lucha Armada contra el Sistema y contra todos los que disientan de nosotros.
El asamblearismo también queda superado. Nos organizaremos de forma jerárquica y todas las decisiones las tomará una cúpula formada por una única persona. En esa cúpula el mecanismo para decidir será el de “la toma de decisiones por consenso”. A propuesta de un grupo que no recordamos, se aprobó que en tales decisiones sólo se acepten consensos de primer grado.
A partir de ahora todos los mensajes se enviarán en esperanto, y además cifrados. Para ello se impartirá un cursillo de encriptamiento de obligada asistencia (si bien cabe la redención de sangre, a cambio de 100 € por cabeza). El cursillo estará impartido por David y Jesús. Cuti pondrá el colofón teosófico.
El nuevo MOC abomina del feminismo. En adelante las mujeres ocuparán el lugar que les es natural en subordinación a los hombres, y se vestirán como corresponde a su sexo.
Para denominar a la Regulación/Resolución de Conflictos, se suprime la barra. A partir de ahora esta disciplina se llamará “Regulación y Resolución de Conflictos” (este acuerdo se llevó un tercio de las reuniones congresuales).
Alternativa Antimilitarista-MOC cambia nuevamente su nombre. A partir de ahora se denominará “A Sangre y Fuego-MOC”. Este fue el acuerdo que más costó, y en realidad fue una pura componenda ya que no terminaba de gustar a nadie. Además varios grupos (más bien nórdicos) se habían aglutinado en torno a la propuesta “Vanguardia Victoriosa punto MOC” y el grupo de Valladolid defendía en solitario la propuesta “En Estas Navidades, Insumisión”, debido a que «este histórico Congreso ha concluído en tales entrañables fechas con sabor a mazapán (casero)», según comentó Crates.
Todos estos acuerdos fueron tomados por consenso unánime, si bien constó la abstención del grupo de Carabanchel (cuyos delegados en el momento de tomar la decisión final, dormían la resaca de la fiesta de la noche anterior) y la del grupo de Murcia, a cuyos delegados les era igual que sí o que no. Hubo incluso algún exaltado (Carlos València verbigracia) que pretendía que los asistentes salieran de la sede de San Cosme y San Damián en manifestación y se llegasen del tirón hasta las puertas del Congreso para poder quemarlo entre cánticos de victoria. Afortunadamente se impuso la razón y el rodillo de la mayoría, y los delegados congresuales (padres congresistas en adelante) acabaron tomando unas cañas en el bar «Los Caracoles», lo cual tampoco está mal para empezar la nueva etapa.
Destacar por último la frase histórica pronunciada al final de la evaluación del Congreso, por el no menos histórico Chabi, quien con voz temblorosa por la emoción dijo:
“Durante estos tres últimos años hemos sido como una mierdecilla de mosca en la Historia, pero a partir de ahora ¡¡¡se van a cagar!!!”